1 de diciembre de 2011

CARTA DE OSMÁN MOROTE

A PROPÓSITO DE LA PRESENTACIÓN DEL POEMARIO “YA NO SOY, SIMPLEMENTE SOMOS”

Con asistencia de numeroso público, el martes 25 de octubre en la Biblioteca Nacional de Chile, en Santiago, se presentó el poemario “Ya no soy, simplemente somos” de Osmán Morote Barrionuevo, quien como a otros tantos prisioneros se les imputó el ilegal e inconstitucional delito de terrorismo sin ninguna posibili­dad de asumir su legítima defensa y más aún sin la oportunidad de que el pueblo ante quien se le acusa tenga oportunidad de escucharlo y saber lo que realmente sucedió durante el periodo y sucesos correspondientes al alzamiento armado del Partido Comunista iniciado en el año 1980. Osmán Morote se encuentra recluido en prisión desde el año 1988. Con la debida autorización, damos a conocer la carta que se leyera durante la presentación de dicho libro. (J.S.)


                                                                                                           23 Octubre del 2011
Queridísima Elenita:

Nuestro saludo, recuerdo y amor para ti, Carlos y nuestras tres gotitas.
Finalmente el poemario ofrecido viaja hacia ustedes. Era una obligación rematar una tarea largamente em­peñada, como homenaje a la gran causa del proletariado, a los Héroes de nuestro pueblo y específicamente como un aporte a la brega actual guiada por Solución Política, Amnistía General y Reconciliación Nacional, por la libertad de nuestro querido Maestro Dr. Abimael Guzmán Reinoso y por la libertad de todos los prisioneros políticos del país. Es muy bueno que, después de casi dos décadas de bregar intensamente, se escuchen en diferentes sectores, y particu­larmente entre las masas, voces próximas y concurrentes. No estuvimos equivocados, y los hechos lo prueban, es una salida que beneficia a las masas.
Mi profunda gratitud a las compañeras y compañeros chilenos, a todos los amigos, por darme la oportunidad de presentarles “Ya no soy, simplemente somos”, una colección de los poemas que escribí y pude conservar durante mis casi 24 años de prisión en las cárceles de Castro Castro, Lima, Yanamayo, Puno, y finalmente Piedras Gordas, Lima, donde actualmente me encuentro.
Soy militante del Partido Comunista del Perú, marxista-leninista-maoísta, pensamiento gonzalo. Como parte de las obligaciones que tenemos los prisioneros, además de la actividad productiva, trabajo continuamente en lite­ratura, música y poesía. Así transformamos las mazmorras, damos concreción a nuestras obligaciones y seguimos, invariablemente, sirviendo al pueblo y al futuro. Y por encima de los muros seguimos con atención y entusiasmo la brega del proletariado y las masas de todo el mundo.
La relación con el hermoso pueblo chileno, en mi caso, se ha desarrollado desde hace unos 60 años aproxi­madamente. Hago un breve recuento:
Mi padre Efraín, profesor de folklore en la Universidad del Cuzco, hizo amistad con estudiosos de Ciencias Sociales en diversos países de América, y viajó invitado a reuniones internacionales, algunas de las cuales se desarro­llaron en Chile: Santiago, Viña del Mar, Valparaíso, son nombres que recuerdo. El retorno a casa siempre se convirtió en un acontecimiento especial: el sabroso recuento de las amistades concretadas y de amigos epistolares conocidos directamente, además de las anécdotas del viaje, las historias de los pueblos, la descripción de sus maravillosas arte­sanías, y los libros y discos, llenos de historias, poemas y música popular. Nos complacía saber que los mates burila­dos, llenos con la tierra del Montecarlo, cerro tutelar del Cuzco, que habíamos ayudado a recoger habían llegado a las manos amigas a las que estaban destinados.
Así empezamos a conocer y amar nuestra América, en la brega intensa y creativa del proletariado, del cam­pesinado, de las masas populares, sus intelectuales, principalmente en defensa de la tierra, la nación y el futuro. En lo específico permitió que conociéramos más y mejor la historia americana, los desencuentros promovidos por el imperialismo y los explotadores, los encuentros promovidos por el proletariado y las masas populares. Con intensa emoción supimos de la ardorosa e incansable lucha de los hermanos mapuches, desde las jornadas de Caupolicán y Lautaro, y saltando a través de las hojas escritas por Ercilla hasta el vigoroso cuadro descrito por Pablo Neruda en Canto General, o las afirmaciones y gritos intensos y vitales de Gabriela Mistral, la profundidad sonora y luminosa de Matilde Ladrón de Guevara, y la de tantos otros.
Años más tarde, a mediados de 1969, al retornar de la Escuela, en la República Popular China, tuve la opor­tunidad de llegar a Santiago. Olvido las molestias del control de aduanas, tan comunes en todos nuestros pueblos, lo importante fue el recorrido a pie, como debe ser cuando se quiere conocer, por sectores de la capital, para conversar con la gente, visitar lugares históricos, comprar libros, grabaciones de música popular, y una garrafa de buen vino para llevarle como presente a mi padre. En una pequeña posada o “almacén”, haciendo amistad con el propietario, saboreando el vino casero que ofrecía, conversando abundantemente como dos buenos paisanos, concluimos que la verdadera libertad, la unidad de las naciones y pueblos, podían y debían ser construidos por ellos mismos. Termina­mos dándonos un fuerte abrazo y hasta la vista.
Los años finales de los 60 y principalmente toda la década del 70 fueron extraordinariamente aleccionadores. Nuestro Maestro el Dr. Abimael Guzmán Reinoso, hizo el minucioso y exhaustivo análisis de la historia mundial, la historia americana y la peruana, estableciendo, desde la posición del Marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo, las leyes y las lecciones de sus procesos, particularmente la causa común de la Clase Obrera y los pueblos del mundo, y su indesmayable brega por cancelar la explotación y opresión y dar paso a una sociedad basada en el trabajo, la libertad, la camaradería. Y en el curso de este análisis la figura y brega ejemplar del proletariado chileno, de Luis Emilio Recavarren, hijo de Chile, padre de Chile, patria, pampa, pueblo, Clase Obrera, el de la flor desnuda, intensamente roja, el de la esperanza universal, por la que se entrega todo y siempre.
En 1980 iniciamos la Guerra Popular en el Perú, el más grande movimiento social revolucionario de toda nuestra historia. El año 1992 acordamos concluirlo. El balance y las lecciones están pendientes. Y la verdad de los hechos se abre camino, y de ella nace nuestra fuerza.
Ya en estos años, aunque haya permanecido casi 24 en las prisiones del Estado, un pedazo grande de mi corazón vive con mis hijos y nietas, que han migrado a Chile, como muchos de nuestros familiares, para sobrevivir con seguridad y provecho, tuvieron que migrar a diversos lugares del mundo. Se que históricamente las tierras del sur han sido cálidas y amables con los injustamente perseguidos y amenazados. Gracias por eso.
Finalmente, “Ya no soy, simplemente somos” es la afirmación del Socialismo y el Comunismo, de la futura sociedad dentro de la cual la individualidad cobra verdadera libertad y creatividad. Es el consiente deslinde con la propiedad privada y el individualismo, la ruptura con toda expresión de interés y poder personal. Un potro amarrado a una estaca no puede galopar. Ese proceso de transformación fue inevitable para quienes decidimos asumir la brega por un mundo nuevo, desde los 60 en mi caso. Y tuvimos, como hoy mismo, en nuestro Maestro, el Dr. Abimael Guzmán Reinoso, no sólo el ejemplo a seguir, sino el permanente acicate para nuestra transformación consiente y necesaria. Si a la burguesía le desagrada la lucha de dos líneas, para el proletariado es una necesidad vital. La forja del buen acero sólo se consigue con el fuego intenso y a los golpes del martillo. La crítica es para unir no para des­truir.
Renunciar a todo y marchar al campo, a integrarnos de a verdad con el campesinado, y transformarnos también de a verdad en combatientes revolucionarios fue un reto. He caminado buena parte de la sierra de mi país, he encontrado otras Madres y hermanas y hermanos. Los caminos se convirtieron en mis viejos conocidos, y yo en Hombre de marcha, ni sedentario ni errante. Por eso me son tan cotidianas las Montañas, el viento, la lluvia, los árboles, y en especial y principalmente las temporales despedidas y los prontos regresos y magníficos y cálidos abra­zos.
Las circunstancias de la prisión cambiaron el escenario pero no los ideales y las aspiraciones de futuro. Sólo la fuerza del colectivo nos permitió sobrevivir y persistir, crear y florecer nuevamente, mantenernos limpios y honrados.
Por eso hoy que otros caminan con noso­tros, nosotros bregamos junto a ellos, y todos apren­demos de nuestro Maestro firme, sólido, infatigable, y a su ejemplo, también de nuestras queridísimas compañeras prisioneras, siempre a la vanguardia en todas nuestras bregas.
Dejo el poemario en vuestras manos. Un abrazo fuerte de


   OSMÁN MOROTE
     Piedras Gordas

CAJÓN DE SASTRE


amegope@yahoo.com

 La Editorial Nueva Crónica presentó en el Centro Cultural de San Marcos el libro “Canto al futuro” de Jovaldo, el más importante poe­ta popular de fines del siglo XX, que llevó la poesía hasta sus más cruentas consecuencias. Como es sabido, junto a cientos de prisione­ros políticos, el poeta ofrendó su vida en el genocidio ocurrido en El Frontón en 1986. Participaron en el acto Julio Nelson, Javier Garvich, Margot Palomino y la agrupación musical “Voces y Cantos”. Invitada de honor, la madre del poeta expresó: “Mi deseo y mi interés como madre de un desaparecido, es exigir sus restos. Hasta ahora, después de más de 25 años no nos han entregado sus restos. Me siento mal por esto pero estoy con la moral siempre en alto. Siempre voy seguir luchando como lo hizo él, con los intereses que ha tenido él, no por la familia como lo hacen los otros poetas, sino por el pueblo. La lucha de todo luchador social políticamente es por el pueblo, por la causa del proletariado. Como familiar pediría que nos apoyen en todos los movimientos que necesitamos porque los que han desaparecido ase­sinados tuvieron una muerte que no nos merecíamos. Queremos que el pueblo tome conciencia. No luchamos por interés propio sino por el pueblo. Que nunca más exista este crimen. Que ningún hombre se encuentre tras las rejas. Nosotros defendemos la vida”.

El libro de Osmán Morote Barrionuevo “Ya no soy, simplemente somos”, un poemario que resume la alta sensibilidad y vivencias de su autor, se presenta el lunes 5 diciembre, a las 6 pm., en el auditorio del Centro Cultural de la Universidad San Cristobal de Huamanga. Esta presentación estará a cargo de los profesores Marcial Molina y Víctor Tenorio. Desde este espacio, felicitamos a los organizadores en su propósito difusor de una poesía vinculada a los intereses del pueblo.

El 3 de diciembre de 1934, en el puerto de Mollendo, Arequipa, nace el Dr. Abimael Guzmán Rei­noso, el intelectual peruano más importante del Perú contempo­ráneo, como es de conocimiento de nuestro pueblo. Sus ideas en la búsqueda de la igualdad social fueron plasmadas a lo largo de su trayectoria, rica en lo ideológico político y militar. Hoy, detenido ya casi 20 años en la Base Naval del Callao, sigue siendo un ejem­plo de persistencia y tenacidad. El pueblo peruano demanda la am­nistía general para todos los presos políticos. ¡Larga vida para el Dr. Abimael Guzmán Reinoso!

El Fondo Editorial del Pedagógico San Mar­cos presentó el libro “Retratos de viento y fue­go” del pintor Bruno Portuguéz , que reúne a 150 personajes del acontecer cultural nacional y otros de trascendencia mundial. Oleos, car­boncillos, tintas se muestran en esta galería de retratos. Este documento gráfico fue pre­sentado por el Dr. Manuel Pantigoso, el es­critor Oswaldo Reynoso y el pintor Gerardo Chávez, en el Centro Cultural Qori Wuasi de la Universidad Ricardo Palma.

LA ACHIRANA DEL INCA PACHACUTEC

REPRESENTACIÓN TEATRAL MASIVA EN LOS MOLINOS, DISTRITO DE ICA

Con la iniciativa y participación de la Coordinadora Democrática de Turismo de Ica y el apoyo de la Mu­nicipalidad del distrito San José de Los Molinos, el sábado 12 de noviembre, a las 3 de la tarde, se representó en la bocatoma del lugar, -en el nacimiento del canal del río Ica llamado “achirana”-, con la actuación de más de 200 actores –jóvenes estudiantes de los colegios públicos Santa Rosa de los Molinos y Catalina Buendía de Pecho, así como la academia militar “Las Aguilas Negras”-, la obra teatral “La achirana del inca”, en una versión popular. La anécdota de Ricardo Palma que pone énfasis en el romance de Pachacutec y la princesa nativa Chimbuyaya, es desarrollada mostrándose la lucha del pueblo iqueño frente al ejército imperial inca, como contexto histórico. A pesar del avasallamiento que sufre el pueblo, éste impone su dignidad y gana la construcción del canal de regadío que satisface de agua el valle. El distrito de Tate, como el de la Tinguiña, Parcona, Los Aquijes, Pueblo Nuevo, Pachacutec y Santiago, hasta la fecha se benefician del canal. Finalmente, la obra convocó a la unidad del pueblo iqueño.
Este fue un esfuerzo significativo para todos los que participaron, pues pusieron “la primera piedra” de un evento cultural que pretende prolongarse en el tiempo para beneficio principalmente de la población de “Los Molinos”, pues tiene un efecto en la memoria formativa de los jóvenes, pero también puede ejercer influencia en la recuperación, remodelación y usufructo del espacio utilizado -la bocatoma, el descampado y los cerros aleda­ños, a 40 minutos del centro de Ica- atrayendo de este modo a otras poblaciones con un genuino interés turístico.(A.M.)

OPINIONES


EDWIN HUERTA, DIRIGENTE DEL SINDICATO DE CONSTRUCCION CIVIL 
CARLOS VARGAS, PRESIDENTE DE ASOCIACIÓN DE COMENZALES DE LA U. DE ICA



Edwin Huerta
En una multitudinaria marcha, organizada por la Central de Trabajadores del Perú (CGTP) el miércoles 12 de octubre, miles de manifestantes desfi­laron por las calles de Lima reclamando al gobierno el respeto a la palabra empeñada en su oferta electoral. Al final de la marcha, en el Congreso, en un estrado previamente instalado, hablaron representantes de esta central obrera y el presidente del Congreso, Da­niel Abugattás.
En esa fecha, conversamos con Edwin Huerta, dirigente del Sindicato de Construcción Civil de Huaral, que junto a un numeroso conjunto de trabajadores de este lugar par­ticipó activamente en esta marcha.
¿Qué demandas tiene por objeto esta marcha?
Todos los trabajadores nos hemos unido en esta fecha para demandar al gobierno actual que se cumplan con sus ofre­cimientos, no a los services, cumplimiento de las ocho horas de trabajo, respeto a la negociación colectiva.
¿Cuáles son los problemas del sector laboral en Huaral?
Los derechos fundamentales de los trabajadores han sido arrasados por leyes dadas durante el gobierno de Fujimo­ri. Allí tenemos por ejemplo la ley laboral agrícola que pisotea todos sus derechos.
¿Cuál es el problema principal de los trabajadores en el Perú?
El problema principal es la desocupación, se dice que es­tamos en una situación de bonanza en el Perú, pero esto no se ve. Además, creo que hay problemas todavía pen­dientes que no han sido resueltos, la amnistía general es una necesidad.
Conversamos con Carlos Vargas, joven estudian­te de la Universidad San Luis Gonzaga de Ica y presidente de la Asociación de Comenzales de este centro de estudios.
¿Cuál es la realidad del estudiante universitario en Ica?
Carlos Vargas, Presidente de la Asociación
de Comenzales de la U. de Ica
La realidad del estudiante en Ica, como a nivel na­cional, es muy compleja como consecuencia de una realidad política decadente, empeñada en convertirlo en un ser que no piense, que no critique, y que actúe en función a los grupos de docentes y autoridades que están en el poder.
¿Cuáles son los intereses de estos grupos?
Mantenerse en el poder y desde allí manejar a su an­tojo la universidad, aplastando los derechos de los es­tudiantes. Por eso, los estudiantes nos organizamos en frentes y movimientos que año tras año se renuevan y deben fortalecerse para responder a esos intereses. Los Comenzales, como asociación, somos el único movimiento que mantiene su independencia y su voz crítica.
¿Qué opina sobre la demanda que, en diferentes sectores, empieza a surgir sobre la amnistía gene­ral?
Considerando la existencia de numerosos presos polí­ticos, ésta es una competencia del Congreso, de acuer­do a la Constitución. Por una cuestión de humanidad, quizá se deba dar indulto al ex presidente Fujimori, pero también hay que estudiar el caso de aquellos se­ñalados como “terroristas”. De acuerdo a esto, puede darse una amnistía general. (J.S.)

FUNETCINCENCES: "LAS MASAS COMPRENDEN CESES COMO PROBLEMA SOCIAL"




Conversamos con Hilso Ramos, presidente de FUNETCINCENCES, frente laboral que en los últimos años a nivel nacional ha tenido una intensa presencia en cuanto a la demanda de reposición de miles de trabaja­dores despedidos durante el gobierno de Alberto Fujimori.(A.M.)
-¿Cuál es la situación del trabajador peruano en el momento actual?
A 20 años de implementación del neoliberalismo proimperialista, el trabajador peruano sufre una terrible explotación. O también, principal problema de obreros y trabajadores, es la desocupación. Cunde el hambre y la miseria, y los tra­bajadores hoy tienen temor al hablar de sindicato, porque el dueño de la empresa o el funcionario del Estado lo despide inmediatamente por el único delito de constituirse y generar un sindicato.
-En esta medida, ¿cuál es el estado de las centrales sindicales?
La lucha por la restitución de los derechos de los trabajadores es escasa. Hoy las fábricas son elefantes blancos, lo­cales fantasmas. Ya no hay obreros. Y esto es consecuencia del neoliberalismo. Los obreros deambulan por las calles formando parte del ejército industrial de reserva, mendigando trabajos eventuales. De eso se aprovecha el adinerado para contratarlos a precios que insultan, para que trabajen 12, 14 horas al día. Las organizaciones que deberían asumir su defensa avalan con su silencio, incluso marginan a aquellos que exigen sus derechos. Estamos en condiciones de asegurar que actualmente no hay organizaciones que asuman la defensa de la clase obrera. Vemos cómo al proletariado minero, al fabril, se les niega sus derechos con el aval de las centrales sindicales.
-Frente a esto ¿qué posición tiene el frente de trabajadores despedidos, denominado FUNETCINCENCES ?
Nuestro camino es la defensa irrestricta de los desocupados y despedidos durante las décadas 90 y 2000, partiendo de la necesidad de una organización de clase. Sólo así conseguiremos éxitos. En esta medida, tenemos una dura lucha en el terreno legal, como en las calles y movilizaciones, allí se ve qué organización levanta verdaderamente la defensa del conjunto. No defendemos el grupismo o el individualismo. Nuestro centro es el conjunto, con una dirección y una posición de clase. Eso permite la convergencia con las masas que van comprendiendo los ceses irregulares como un problema social. Hemos presentado un proyecto de ley, el 00422-2011, que ha sido tomado por la bancada de Solida­ridad Nacional, al que adhieren hasta congresistas fujimoristas y los de Gana Perú. ¿Por qué? Porque es un proyecto amplio, defendemos el conjunto. Estamos en camino a una quinta lista de reposición. No es la ampliación de la cuarta lista donde se violó el debido proceso y hubo discriminación. Planteamos una quinta lista que restituya los derechos de todos los trabajadores cesados irregularmente. No hay que olvidar que en ese periodo se despidieron 300,000 trabaja­dores. De un modo u otro, se ha restituido sólo 35, 000. Por eso exigimos una quinta lista.
-Uds. hicieron una demanda internacional sobre los despedidos en el Perú, ¿cómo se encuentra ese expediente?
El caso Perú 320-2007 efectivamente fue recepcionado en la Comisión Interamericana donde hemos interpuesto una denuncia contra el Estado peruano, basándonos en el Protocolo de San Salvador: violación de derechos humanos en materia de derechos económicos, sociales y culturales. Esa denuncia viene siendo estudiada por la Dra. Evelin Colón a quien le encargaron el estudio de los ceses irregulares ocurridos en el Perú. Aprovecho para informar que la segun­da remesa de expresión de agravios en número de 755 expedientes ya fue recepcionada como se nos ha notificado la semana pasada. En suma, es una demanda de 2,500 trabajadores despedidos. Pero nosotros planteamos la defensa de 300,000 trabajadores, y aquellos que quieran adherirse, incorporarse a esa demanda, pueden ir a nuestra oficina del Jr. Carabaya 940-107 Cercado de Lima.
-¿Qué opina sobre el creciente clima social en el Perú que demanda amnistía general?
La amnistía es una institución que data de muchos años. Aquí, la amnistía ha sido recogida por el tribuno Javier Valle Riestra, también la consideró el ministro Mora, y recientemente el ministro Rudecindo Vega a quien se le ha criticado por mencionar esta opción que está cobrando vigencia. Creo que odios, rencores y venganzas deben quedar atrás. La historia ha cambiado. Debemos voltear la página, no podemos vivir con esas trabas.En perspecti­va de una reconciliación nacional, de una solución a los problemas de nues­tro pueblo, y dentro de ellos el problema de los ceses irregulares, cae hoy una amnistía general. Es una necesidad para el país una amnistía general. Algunos se opondrán, pero el tiempo dirá que los que estamos por una paz con desarrollo, entienden que estos problemas se resuelven con una amnis­tía para civiles, militares y policías, es decir las partes involucradas en el conflicto interno. La amnistía general es justa y necesaria en la actualidad.


LA IDEOLOGÍA NO ES UN CLICHÉ

 TESTIMONIOS DE AYACUCHO

“La posición clasista es la orientación que nuestro pueblo necesita, y está inmersa en el corazón y en la pro­fundidad del pueblo, no es solo cuestión de cabezas o dirigentes. A veces, pese a que la dirección está en manos de alguien dubitativo, alguien que tiene dobleces, alguien que está con dios y con el diablo, sin embargo las bases pre­sionan para que se tomen decisiones correctas. Mientras los dirigentes duermen en medio de las luchas de las masas, éstas son las que deciden y determinan. En las diferentes gestiones, el amor del pueblo por la posición clasista siempre subyace. Ahora, en nuestra organización hay serias dificultades porque una posición política, una vanguardia, no se ve sino se siente. En este caso, no se está sintiendo orgánicamente la posición de clase. Por eso digo, en el corazón y en la profundidad de nuestro pueblo vive, está en su instinto la posición de clase, pero falta un trabajo orgánico. Es cierto que la tarea del momento es el recojo de firmas, pero eso de ninguna manera significa que se deje el trabajo organi­zado de las masas, la presencia planificada, hacer un trabajo en las bases de los frentes, de los barrios, de los clubes de madres, allí no vemos nada. Solamente nos abocamos al trabajo del recojo de firmas, ese es un trabajo importante pero no es el único. Inclusive el recojo de firmas puede potenciarse con un trabajo planificado de crecimiento como organización en el trabajo de masas. Creo que hay algunos errores en cuanto a criterios: el único objetivo que tenemos en la historia es el cambio social, la revolución. Para eso tenemos que estar inmersos en la lucha más pequeña de las masas, tenemos que estar atentos a los pequeños susurros, a los pequeños problemas de agua y sal de las masas, estar inmersos en ellas, solamente así las masas van a creer en nosotros como movimiento y estarán dispuestos a seguir la orientación que les damos. Si las masas están con nosotros podemos decirles: la tarea del movimiento es bajar a reco­ger firmas, o bajar para tal cosa. Así es cuando tenemos numerosos activistas. Pero si solamente decimos: recogemos firmas, recogemos firmas, firmas, firmas, pero no estamos en su conflicto del momento, por su agua, por su sal, por su conflicto cotidiano, simplemente nos van a recibir como personas extrañas que venimos a recoger sus firmas para un proyecto político.

Cuando se lanzó el movimiento de MOVADEF en Ayacucho hemos tenido capacidad para hacer incluso una marcha, solamente nosotros, sin el Frente de Defensa del Pueblo, sin otros actores políticos. El MOVADEF solo ha sido capaz de hacer una marcha organizada al cementerio de Ayacucho, recordando la heroica gesta del 21 de julio del 69, pero de allí a ahora no estamos en esa capacidad, porque lejos de crecer o de quedar en lo que hemos sido, estamos disminuyendo, mucha gente se ha alejado. ¿Porqué? Porque no estamos haciendo ese trabajo organizado. Cuando apareció MOVADEF, todos hemos dicho: ahora sí va a haber un trabajo sistemático, creceremos, nuestra influencia en las organizaciones sociales de base se sentirá. Pero no es así. Al contrario, se ha ido reduciendo, y cuando somos pocos es fácil ser blanco hasta para ser estigmatizados. Pero cuando crecemos, el enemigo dice: si ataco no voy a atacar a unos cuantos, sino a muchos, entonces se callan ¿no? Cuando somos pocos, fácilmente nos atacan. Entonces, ese es el trabajo de perderse en el bosque. En eso tenemos dificultades para comprender que el trabajo es amplio, somos como el pez en el agua, si no estamos en el agua que es la lucha de clases de las masas, somos actores de pocos y por muy correctos que sean nuestros objetivos, no estamos debidamente en la lucha de clases. La práctica es la investigación científica, la lucha por la producción y la lucha de clases, y ésta es la lucha de las masas fundamentalmente.

La participación en las elecciones, el trabajo político, es una parte de la lucha de clases, pero no es todo, es apenas un componente. Pero lo más grande, lo más amplio, es la lucha de las masas, su protesta social, y allí no estamos presentes planificadamente, y si estamos es por acción personal de algunos dirigentes y masas que se están acercando al MOVADEF. Allí estamos perseverando, exigiendo que haya un trabajo planificado porque no estamos teniendo una dirección organizada del MOVADEF, y eso dificulta el trabajo. Estoy seguro que a nivel nacional muchos miran a Aya­cucho, dirán “allí tenemos nuestra base”, y efectivamente, subyace, como algo instintivo en las masas.

Hemos estado desde la década del 60 y 70, en las luchas del Frente de Defensa del Pueblo, y hay que sacar lecciones, había una gran cantidad de activistas, hombres y mujeres con una posición de clase muy arraigada, con un trabajo planificado en aquel tiempo. Después hubo dificultades, como en toda organización hay avance, estancamiento, avance. Uno de los problemas que percibo es que podemos insistir en la política de frente único, lo dijo Mariátegui, lo dijo Mao, pero el problema está en la aplicación concreta de la política de frente único. A veces confusamente quere­mos tener hegemonía allí, sin tener un trabajo planificado es hegemonismo, queremos copar todos los cargos en una organización, y eso nos aísla. Por ejemplo en el Frente de Defensa hay campesinos, pequeños industriales, intelectuales, estudiantes, trabajadores de comercio, por lo tanto hay contradicciones que debemos manejar correctamente, tenemos que aprender. No son nuestros enemigos. Este es un problema de dirección, es un problema político, es un problema de ideología. Cómo concebimos y cómo vemos la dinámica interna, cómo aplicamos la dialéctica, si no se aplica co­rrectamente se cometen errores. La ideología no es un cliché. Si no cómo aplicamos correctamente. Hay que impulsar la lucha interna, la lucha de posiciones, para solucionar correctamente. La naturaleza nos enseña que esa dinámica es saludable para impulsar el desarrollo. No es cuestión de aplastar al otro, sino que se pongan las cartas sobre la mesa, no podemos impedir que se pronuncie la posición contraria. Si la acorralamos, le impedimos hablar, buscamos que se reti­ren y cuando salen del escenario decimos: ”¡hemos triunfado!” ¿Qué es eso? No es correcto alegrarnos cuando alejamos a los compañeros, al contrario, debemos ser más para dinamizar la lucha interna, es saludable que exista, si no estamos impidiendo el crecimiento porque la lucha es permanente. En todo momento debe haber lucha de posiciones. Aplastar, cercenar y expulsar no es correcto” (Anónimo. Ayacucho)

CONFERENCIA ADUNI SOBRE AMNISTÍA GENERAL

PARTICIPACIÓN DEL DR. ALFREDO CRESPO
Subsecretario de MOVADEF



Como ha afirmado el Dr. Valle Riestra, la amnistía general se ha dado más de una vez: en 1945 con Bustamante y Rivero, después en 1956 en el gobierno de Prado, después Velasco en los años 70. Allí salieron en libertad miembros del movimiento guerrillero de 1965, entre ellos el compañero Héctor Béjar. También hubo en el gobierno de Belaúnde. Y más reciente, por los sucesos de Locumba, el congreso decretó una amnistía que favoreció al actual presidente. La amnistía pone fin a la persecución, a los juicios, a la carcelería. Ahora, lo que vivimos en el Perú en el año 80 fue una guerra civil, es decir, un enfrentamiento armado entre personas del mismo territorio, del mismo país, de la misma nación. Y ésta ha sido una guerra por el poder. El 17 de mayo de 1980, el Partido Comunista del Perú, encabezado por el Dr. Abimael Guzmán Reinoso, inicia esta guerra contra el Estado, y éste tenía que defenderse: policías y soldados fueron designados por los políticos en esa defensa. Por ambos la­dos había objetivos políticos. Unos, conquistar el poder político y, por parte del Estado, defender el poder político. El móvil es la lucha por el poder, es un problema político. Parte de la población se alineó a favor de las fuerzas ar­madas y fuerzas policiales. Igual, el Partido Comunista contó con apoyo y participación del campesinado. Muchos estudiosos del tema afirman que sin apoyo popular ésta guerra no duraba un año. Es pues una guerra civil, o como lo llama la comisión de la verdad y reconciliación, es un conflicto armado interno”.

DR. ALFREDO CRESPO:
LA AMNISTÍA GENERAL ES UNA NECESIDAD POLÍTICA DE LA SOCIEDAD”


“Algunos dicen que planteado así, es poner al mismo nivel a las fuerzas armadas y a los senderistas. No es así. La historia le dará su lugar a cada cual. También dicen ¡Sendero Luminoso comenzó la guerra!, pero el problema no es quién disparó primero, como dice Lenin, sino cuáles son las causas y quiénes responden por esas causas que dieron origen a esta guerra. Ya hay un análisis incluso del ejército peruano, ellos reconocen que esas causas -la marginación, el atraso, el abandono- son responsabilidad del Estado. Esos son los condicionantes de la guerra, no determinantes pues ahora también hay abandono y miseria, atraso y postergación de las masas, pero lo que ocurrió en el 80 fue producto de un proceso de agudización de las contradicciones sociales de la sociedad peruana. Esta situación revolucionaria en desarrollo llevó a muchos intelectuales, personalidades y hombres de izquierda de la época a ver que la única salida para el pueblo era la lucha armada. Era lo que reclamaba la izquier­da, recuerdo que en una ocasión Horacio Zeballos habló en la plaza San Martín con un fusil de palo en la mano. ¡Este es el camino! ¡La lucha armada!, decía. Ese era el sentimiento de esa época. Muchos se preguntaron ¿quién le pone el cascabel al gato? El único que se atrevió fue el Partido Comunista, e iniciaron la guerra contra el Es­tado peruano. Así fueron las cosas. Muchos propugnaban la lucha armada, hasta Vargas Llosa era admirador de la revolución cubana y de la lucha armada. Era el sentimiento de la época, debido a la existencia de condiciones objetivas y subjetivas. Objetivas: miseria, atraso, postergación y hambre de nuestro pueblo. Y subjetivas: un Par­tido Comunista reconstituido en un proceso por la fracción roja encabezada por Abimael Guzmán y que preparó ese partido para llevarlo a esa lucha armada. Eso tuvo su proceso, y termina con la captura de Abimael Guzmán y de otros miembros de la dirección central del Partido Comunista.

El problema de la guerra es un problema de dirección política. Habiendo caído la dirección, todo entra en problemas. Por eso, al año, Abimael Guzmán, jefe del partido, pide iniciar conversaciones para un acuerdo paz, para terminar esa guerra. Porque se dio cuenta que esa guerra no podía llegar a su objetivo político de conquistar el poder. Pero no lo plantea el mismo día que es presentado en la jaula de la DINCOTE. ¿Porqué? Porque los que están afuera debían darse cuenta lo difícil que era continuar la guerra con problemas de dirección política.

Esa fue una iniciativa de Abimael Guzmán, en octubre de 1993.Yo lo visito en San Lorenzo, y me dice: ha venido a conversar conmigo el Sr. Montesinos porque he pedido al gobierno una solución política. Todos sabemos que este acuerdo de paz no se concretó. Los que estaban afuera, una parte dijo: no, podemos seguir. Ya sabemos en qué terminó Ramírez. Otros se desprendieron de allí y todavía siguen, pero ya como un grupo total­mente ajeno al Partido Comunista. Han pasado 30 años desde el inicio, ¿adónde llegaron?

Ahora, un problema político requiere una solución política. La amnistía general es la forma de resolver ese problema. No se soluciona mandando a todos a la cárcel. La reconciliación nacional es necesaria para todo el país y la amnistía general debe darse por conveniencia política, para civiles, militares y policías, para que la sociedad resuelva sus problemas y siga desarrollándose”. (M.G.)





PARTICIPACIÓN DEL GNRL. WILSON BARRANTES
                

“En cualquier tipo de Estado, el poder es el instrumento con que se dispone para ejercer la voluntad e imponer sus posiciones como tal. Y ese poder lo emplea tanto en una guerra externa como en una interna, con los instrumentos coercitivos del poder, que en este caso son las fuerzas armadas, las fuerzas policiales, el poder judicial. Y entonces ¿qué ocurrió en el pasado reciente? Dentro de la doctri­na de nuestro Estado, ocurrió una guerra interna. Eso es lo primero que tenemos que aceptar los ciudadanos del Perú. No hemos vivido disturbios o alteración del orden público, sino actos de guerra.

La participación de las fuerzas armadas en los últimos cien años es conocida. Ha participado en los sucesos de 1932 o 33, - el partido aprista con la leyes del 90 hubiera sido el primer partido terrorista en el Perú porque pretendió llegar al poder vía la lucha armada-. El Estado en esa oportunidad hizo uso del poder. Ese es el primer evento en que el Estado, vía fuerzas policiales y fuerzas armadas, pasa a intervenir en los conflictos políticos. Posteriormente en los años 48, el año 63 con la frustrada acción del movimiento de Javier Heraud, en el año 65, 66, con el movimiento de De la Puente Uceda. Antes del año 80, hemos visto en esos eventos la participación de las fuerzas armadas, no es algo nuevo lo que ocurrió en el año 80. En este marco, el presidente es el responsable político por la conducción, como jefe supremo de las fuerzas armadas. En el consejo de seguridad nacional, él toma esta decisión, junto a sus ministros y el presidente del sistema de inteligencia, es decir, un conjunto de personas deciden ingresar a las fuerzas armadas para la solución del problema. Algunos analistas dicen que éste ha sido un conflicto entre los alzados en armas y el ejército de las fuerzas armadas. Falso. Este es un conflicto entre el Estado y los alzados en armas. Lamentablemente, el Estado ha querido siempre resolver los conflictos de la manera más violenta. En los años 80, cuando el presidente Belaunde decide hacer uso de la fuerza armada lo hace recién en el 83, muchos decían que se demoró, pero sabía que iba a haber un costo de sangre, que él quería evitar. Es lo mismo que nos pasa a nosotros los que conocemos el tema de la guerra, no queremos que esto vuelva a suceder porque sabemos lo que significa ingresar a una guerra: hay pérdida de vidas humanas, hay derramamiento de sangre. Por eso es muy importante lo que estamos discutiendo desde diferentes perspectivas. Es necesario entender qué pasó en ese proceso.

No existe un documento que diga: vamos a aniquilar al pueblo, a los campesinos, a la organización “Sendero Luminoso”, porque ese sentimiento de pacificar el país tuvo una planificación que pasó por adecuarnos a las circuns­tancias del año 80 y 90. Nunca hubo una política sistemática para violar los derechos humanos de la ciudadanía, del pueblo, de la comunidad o por último de los alzados en armas. Eso debe quedar bien sentado.

GENERAL BARRANTES: “¿Dónde estuvieron los grupos hoy llamados progresistas, de izquierda, caviares? ¿Y dónde está la culpa que te corresponde a ti, como actor político, como ciudadano de ese momento? Mientras los guachimanes del Estado estábamos en la guerra, ¡ellos tomaban su café! ¡Ellos reciben su filón desde el extranjero, por eso se oponen a una solución!


Ha habido excesos, tenemos que aceptarlo, porque son excesos naturales en una guerra. Miren, en una zona de guerra máximo se debe estar 6 meses. Pero el Estado peruanosinvergüenza, trafero, corsario-, mandaba a las tropas 18 meses, no había forma de regresarlos. Eran seres humanos que sufrieron el “shok post traumático”, soldados que hacían el servicio militar obligatorio, ellos nunca hubieran querido verse en ese problema. Hoy tenemos muchos detenidos acusados de haber realizado genocidios, supuestas desapariciones forzosas, delitos de lesa humanidad. Hasta ahora el ministerio público no ha tipificado las causas de estos supuestos genocidios.

En los años 80 y 90, ingresan las fuerzas armadas enfrentadas a dos movimientos que se levantan contra el Estado, como consecuencia y reflejo de lo que ya venía sucediendo desde los años 60, con la Revolución Cubana. Como se ha dicho, había un sentimiento de la época. Actualmente, las condiciones son otras. Se quiere pensar que sale Guzmán y al día siguiente llama a la lucha armada. Personalmente creo que eso no puede pasar porque las condiciones son otras. Indudablemente, Sendero Luminoso con su guerra popular prolongada maoísta propone un nuevo escenario: la población. Ese fue el actor más importante, por eso la estrategia que se diseña por el lado nuestro fue la de controlar la población. Se le da una nueva dirección estratégica a la guerra. Buscamos el control de la población a través de las rondas campesinas. Los costos han sido altos en pérdidas de vidas humanas, y no vamos a decir “nosotros matamos menos”, esa es una tontería. La muerte de un ciudadano es tan lamentable como la de cien o mil.

Hemos llegado al año 92 y se vieron los frutos de esa estrategia. Hemos llegado también a las universidades, a los penales, se produce un ordenamiento jurídico militar, el tribunal constitucional retira el delito de función y se dieron leyes drásticas, inclusive para la propia fuerza armada. El rigor con que se comenzó a juzgar a los miembros de las fuerzas armadas era muy restrictivo y en el 93 Guzmán propone los acuerdos de paz. Hoy en día tenemos un grupo de mercenarios que toman como pretexto la ideología senderista: en la zona del VRAE se produce el 70% del narcotráfico que nos convierte en una amenaza internacional. ¿Qué pasó después del año 2000? Toda la fuerza armada sufre una persecución, a raíz del informe de la comisión de la verdad. Curiosamente en el año 2003 se viola el principio del fuero institucional militar para que calce en el tema de la comisión de la verdad. A los ciudadanos no nos van a contar en siete tomos lo que pasó. Por eso hay una demanda de escribir la historia desde la perspectiva de los hechos, pero siendo la guerra un hecho político, la solución es política. Por eso planteamos que después de este problema, siendo consecuentes con el decreto que crea la comisión de la verdad, debemos dar inicio al proceso de reconciliación.
¿Qué significa esto? Reconciliación es reconstrucción del tejido social que ha sido dañado como consecuencia del desamparo y desatención del Estado, ese tejido estuvo dañado mucho antes del año 80, y sigue dañado con la pre­sencia del narcotráfico. En medio de este conflicto no resuelto es necesario iniciar la reconciliación nacional. Algunas organizaciones de derechos humanos y grupos políticos exigen que todos vayan presos, que todos paguen la culpa de lo ocurrido ¿Dónde estuvieron los grupos llamados hoy progresistas, de izquierda, caviares? ¿Y dónde está la culpa que te corresponde a ti como actor político, como ciudadano de ese momento? ¡Mientras los guachimanes del Estado estába­mos en la guerra, ellos tomaban su café! ¡Ellos reciben su filón desde el extranjero, por eso se oponen a una solución!

Siendo este país extraordinariamente rico, delante del bicentenario de su independencia, proponemos, como parte de un frente, la creación de una Comisión de Reconciliación, que recoja el interés ciudadano en una solución política. Ninguno de los actos de las fuerzas armadas puede ser calificado de genocidio, deseamos que jurídicamente se resuelvan esos delitos para que todos sepamos qué ocurrió en el Perú. Curiosamente, los que defendieron al Estado son perseguidos ahora por ese mismo Estado. Esa comisión debe reparar a las víctimas del conflicto. El presidente Humala dijo que iba a ser presidente de la reconciliación, ese es su reto. Esta es una tarea muy difícil, pero es necesario iniciarla, porque es muy importante para el país, para reconstruir el tejido social” (A.M.)

ADUNI ORGANIZA CONFERENCIA SOBRE AMNISTÍA GENERAL

En una brillante y muy meritoria iniciativa académica, la Asociación de Docentes de la UNI (ADUNI) organizó recientemente un ciclo de conferencias sobre la Amnistia General. En forma resumida, damos cuenta de la participación del Dr. Alfredo Crespo y del General Wilson Barrantes, los dos principales exponentes de la reunión sostenida el viernes 25 de noviembre, ante numeroso público.

Ing. Luis Alvarado Jaramillo,
Pdte.  ADUNI

¿Cómo aparece esta iniciativa de propiciar el debate sobre la amnistía general?
El tema fue inicialmente planteado por un miembro del ejecutivo, y ello repercutió entre los profesores de nuestro gremio. Como la universidad es un centro de difusión de ideas, hemos abierto este debate.

¿Esta es también una preocupación de la universidad en su conjunto?
En este caso, de los profesores. Pero hemos organizado diversas conferencias y la asistencia es creciente. Tenemos entre el público a alumnos y a la población en general. Este ciclo de debates tiene un efecto contundente.


EL PERÚ MOVILIZADO: protestas y luchas del pueblo

Gran tensión social se ha producido en Cajamarca. Luego de muchos años en que la empresa Yanacocha actuó sin límites, abusando a su libre antojo de la población, explotando sin medida a trabajadores y campesinos, éstos ahora en forma unánime se oponen rotundamente a una minería que atenta contra sus vidas en beneficio de una economía que no los alcanza. 
La población de Andahuaylas declaró un paro re­gional que detuvo las actividades productivas en Apurímac. Se colmó su paciencia y los trabajado­res tomaron las calles para demandar al gobierno la solución de un conjunto de reclamos, entre los que destacan problemas con la minería. Los distri­tos apurimeños de Chincheros y Uripa bloquearon la carretera con troncos y piedras exigiendo la pre­sencia de autoridades del gobierno.

Los comuneros de Catac y Huari tomaron la vía Pativilca-Huaraz como protesta por los atropellos de la mina Huallanca y Antamina, a quienes les exi­gen cumplir con sus responsabilidades en relación al medio ambiente. Al mismo tiempo, los estudian­tes de la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo marcharon hasta las oficinas de la mina Antamina y exigieron vivamente el cese de sus hos­tilidades y abusos. En otro sector de Ancash, en for­ma simultánea, demandando la presencia inmediata de las autoridades gubernamentales, un promedio de 1000 pobladores tomaron una de las válvulas del mineroducto de Antamina, ubicada en el sector vecino a la laguna de Conococha. Al inicio fue de­clarado un paro de 48 horas, poco después éste fue indefinido hasta alcanzar la atención del gobierno.
(M.G.)

INDIGNACIÓN EN EL MUNDO

15 de octubre: concertada agitación mundial

Miles de manifestantes en el Congreso norteamericano, enarbolando una bandera invertida.

Duros enfrentamientos entre lla policia de New York y los indignados del movimiento Occupy Wall Stret.



Miles de jóvenes en Alemania, especialmente en Francfort donde se hallan los bancos principales, tomaron las calles para expresar su rechazo al sistema.
Los "indignados" de Londres tomaron las oficinas vacías del banco UBS en el barrio de Hackney, informó la BBC.
Miles de jóvenes tomaron calles de Roma, Italia.
En Grecia, marcharon hacia una plaza en Atenas.











¡SE ABRE PASO LA AMNISTIA GENERAL!


Tras casi 20 años de concluido el conflicto interno, empiezan a caer las barreras del resentimiento, del odio pueril y la venganza. Diversas expresiones públicas han puesto en el centro de la atención el problema, aún pendiente, de la necesidad de solucionar y dar fin políticamente a dicho conflicto. A continuación reseñamos algunas de estas expresiones. (M.G.)
Daniel Mora sobre juicio a militares: hay que llegar a una solución de punto final.
El ministro de Defensa, Daniel Mora, consideró que los peruanos debemos llegar a una solu­ción “de punto final y de reconciliación del país”, por las situaciones derivadas de la violencia política en el Perú. Así, Mora se refirió a las investigaciones judiciales que se le sigue a un grupo de militares por violación de derechos humanos.
“Creo que debemos llegar a una solución de punto final, de reconciliación del país, no pode­mos estar permanentemente en esto. No puede haber juicios que se destapen después de 40 años, por eso, creo que hay que emplear la ley con toda justicia, equilibrio, pero no puede ha­ber reparaciones solamente para las víctimas del terrorismo, también fueron víctimas muchas personas de las Fuerzas Armadas”, sostuvo en el programa “No Hay Derecho” de Ideeleradio. (La República, 1/9/2011).
“Me parece un error que estemos hablando del indulto de Antauro Humala de una ma­nera personificada. Lo que se tiene que hablar en el Perú es un tema de reconciliación nacional que parte primero con el reconocimiento del Estado a los deudos tanto civiles como militares que fueron asesinados de ambos lados y que aún están olvidados”, señaló el legislador Yehude Simon a los micrófonos de RPP. (10/8/2011).

 Antauro Humala, recientemente objeto por parte de la Corte Suprema de Justicia de la rebaja de su condena de 25 a 19 años de prisión, declaró a través de un cuestionario escrito que se trataba de un fallo prevaricador, que al igual que otros injustos fallos, aleja cada vez más las condiciones políticas que requiere el país para ingresar a una reconciliación nacional y pasar a una nueva etapa política.
Al planteársele que una reconciliación nacional obligaría al poder político constituido a dictar indultos y amnistías políticas y preguntársele si a su criterio ésta debería incluir al ex presidente Alberto Fujimori y a Abimael Guzmán, y a todos los que por sus actos políticos sufren condenas prolongadas, contestó que era coherente que sean comprendidos en una medida de esa naturaleza” (La Razón, 9/9/2011).

 “En el caso de la amnistía, César San Martín, presidente del Poder Judicial señaló que este camino le compete solo al Congreso que debe dar la ley respectiva. Después el Poder Judicial determinará, de darse el caso, si esta guarda ar­monía con la Constitución y si es aplicable o no al caso concreto.
“Las valoraciones para amnistías, antes que gravedad del hecho, se refieren a criterios de conveniencia política, de pacificación de la sociedad”, manifestó. (El Comercio 5/8/2011)

Kenji Fujimori, el congresista de Fuerza 2011, habló esta mañana sobre la eventualidad de pedir un indulto humanitario, por razones de salud, que permita a su padre, Alberto Fujimori, abandonar la celda en la que cumple condena en la Diroes por delitos de lesa humanidad. Más aún, Fujimori Higuchi indicó que si se quiere llegar “a un ver­dadero perdón, a una verdadera reconciliación, hay que mirar hacia el futuro y hay que olvidarnos del pasado y perdonar. De lo contra­rio, las heridas siempre van a estar abiertas”, precisó a “Buenos días Perú”. (El Comercio, 17/10/2011).

El ministro de Trabajo Rudecindo Vega agregó una nueva po­lémica al gobierno de Ollanta Humala al sostener que debería evaluar el pedido de indulto que tramita la familia de Alberto Fu­jimori, sentenciado a 25 años de prisión por las matanzas de Ba­rrios Altos y La Cantuta, e incluso propuso una “amnistía en todos los sectores”.“Soy de la idea de que hay que evaluar todo. Pero voy a ir un poco más allá: siento que el país tiene que entrar en un proceso de reconciliación política nacional”, afirmó en el progra­ma “ADN Político”. En ese contexto, Vega agregó que “debemos dar amnistías en todos los sectores con el objetivo de tender puen­tes para consolidar el crecimiento económico del país”. Sobre si su propuesta de amnistía general incluiría a personas acusadas de violar derechos humanos por el lado fujimorista, los militares y los terroristas, Vega respondió con grave ambigüedad: “cuando entras en un proceso de reconciliación nacional, por más duro que suene, perdón y olvido”. (La República, 31/10/2011).
Sobre la Amnistía General.
LO QUE DICE LA GENTE

 “Sería justo porque ya se ha cumplido mucho tiempo, ¡veinte años! Esa sería mi opinión, todo el mundo jala para su lado ¿y ellos qué? No hay otra alternativa, no se puede tenerlos presos para siempre, además nosotros los es­tamos manteniendo, que salgan a trabajar, ese es el problema”. (Félix Salvatierra, obrero).
“Esto depende del gobierno, ellos tienen que dar solución después de tantos años presos. Hay un mandatario que tiene que opinar so­bre esto, también está el congreso, depende de ellos. Si hay una amnistía, depende del gobier­no y del congreso”. (Manuel Díaz, gráfico).
“Debería haber una ley para que salgan los presos polí­ticos, porque ahora no hay motivos para que sigan que­dándose presos. Deberían estudiarse estos casos, ya ha pasado mucho tiempo”. (Al­berto Chilo, vendedor).
“Mire, si se habla de una pacificación del Perú, el gobierno tiene que acercarse al problema, en qué consiste, porqué se levantaron esos pe­ruanos. Es la injusticia, la falta de atención a los pueblos. Los políticos hablan de eso, pero no pasa nada. Yo creo que sería una medida positi­va, pero prefiero no dar mi nombre. Yo soy un simple provinciano”.
“Yo creo que sí se debe dar una amnistía porque ya ha pasado mucho tiem­po, creo que ya han pa­gado su culpa, de una u otra manera. Yo creo que no podemos andar echán­donos culpas, debe haber una reconciliación”. (Pa­tricia, ama de casa).

"Es cuestión de analizar los casos, porque todos los presos no son iguales. Para algunos, veinte años ya es bastante, ¿no? Ya han cumplido su condena, y los que no, tienen que cumplirla". (Juan Guevara, empleado).

 
“Los presos políticos están en su justo dere­cho de salir libres. Hay criminales que andan por las calles, y ellos por sus ideas no pueden seguir estando presos. Ellos merecen estar li­bres, después de veinte años, me parece de­masiado que por sus ideas estén encerrados. Y yo creo que la amnistía es una ley que debe ser para todos”. (Martha Mora, vendedora de periódicos).