Gran tensión social se ha producido en Cajamarca. Luego de muchos años en que la empresa Yanacocha actuó sin límites, abusando a su libre antojo de la población, explotando sin medida a trabajadores y campesinos, éstos ahora en forma unánime se oponen rotundamente a una minería que atenta contra sus vidas en beneficio de una economía que no los alcanza.
La población de Andahuaylas declaró un paro regional que detuvo las actividades productivas en Apurímac. Se colmó su paciencia y los trabajadores tomaron las calles para demandar al gobierno la solución de un conjunto de reclamos, entre los que destacan problemas con la minería. Los distritos apurimeños de Chincheros y Uripa bloquearon la carretera con troncos y piedras exigiendo la presencia de autoridades del gobierno.
(M.G.)
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