10 de agosto de 2010

HOMENAJE A JOVALDO

En la década del 70, el nivel de las contradicciones sociales en el Perú había llegado a un momento áspero y definitorio. Como en otros campos, en el del arte y la literatura, los jóvenes eran sensibles a los tiempos ardientes y profundamente críticos que se vivían, y tomaron posición por el proletariado, proclamando sin temor su adhesión a las luchas del pueblo (VER NOTA).

En la década siguiente, que se inicia en 1980, en el ámbito de la poesía, cuánto más, destaca el poeta JOVALDO, que, así como su poesía, ofrendara su vida al calor de los acontecimientos de aquellos años.

El Colectivo de Arte y Cultura “César Vallejo”, a través de la divulgación de estas reflexiones y poemas que pertenecen a José Valdivia Domínguez, JOVALDO, realiza un sencillo homenaje a su memoria, a sus huellas en el arte popular, y a las semillas de porvenir que sembró con su laborioso tesón.


PRESENTACION

“…tras el fuego conflagrante de mis versos, corre caudalosa y bélica toda mi sangre guerrera” (El Frontón- Callao, 01 de Diciembre de 1985).



Esta afirmación es de José Valdivia Domínguez, JOVALDO, quien nació en el Callao el 05 de Noviembre de 1951 y murió asesinado en el genocidio del 18 y 19 de junio de 1986, en la isla penal de El Frontón.

Sus versos y su vida, parafraseando a José Carlos Mariátegui, constituyen “una sola cosa, un único proceso”. Poeta popular revolucionario, que tomó posición por el proletariado, supo meter toda su sangre en sus versos, cumplir bien y cabalmente su jornada, expresando su compromiso en sus propios versos:

Por la senda de la gloria

  marchando con optimismo

nuestra sangre regaremos

con audacia y heroísmo.

Y fue así que, con audacia y heroísmo, marchó, junto con muchos otros presos políticos y prisioneros de guerra por la senda de la gloria.

La gran burguesía y los terratenientes difunden en el pueblo, en complicidad con artistas lacayos y mercenarios, géneros de canciones populares, utilizando la rima con contenidos pesimistas, sentimentalistas, derrotistas para adormecer la conciencia del pueblo.

JOVALDO fue consciente de esta estrategia de los opresores, por eso utilizó también la rima en su poesía dándole un contenido de clase, educador, liberador, un espíritu nuevo, con los nuevos ideales del provenir para remover, esclarecer y elevar la conciencia de la clase y del pueblo. Utilizó la poesía como arma de combate, inyectándole a sus versos toda “su sangre guerrera”, con estilo y lenguaje claro, contundente, con contenido político profundo y forma artística, bellamente expresados.

Su deber principal en el arte poético no fue el de “agregar flores a los bordados”, sino de “enviar carbón a los que están cubiertos de nieve”:

La poesía no es sólo

una flor bonita y bella,

también es una metralla

dando luz como una estrella.

Su poesía sencilla, directa, franca, precisa y exacta denuncia y combate este sistema explotador y opresor:

Sobre las ruinas del mundo

donde ahora padecemos

construiremos un mundo

donde todos gozaremos.

Expresa amor y odio de clase:

¡Cómo me siento feliz

cuando estoy con los obreros!

ellos me dan su calor

y yo mis cantos sinceros.

Por tanto pongo en sus manos

la pólvora de mi verso

pues ansío el universo

sin verdugos ni tiranos.

Partiendo desde su posición de clase, convoca al proletariado, al campesinado (principalmente pobre) y demás sectores populares a luchar por la sociedad de la gran armonía.

Hoces, puños y martillos

pónganse al fin a golpear,

para poder derrumbar

el mandato de los pillos.

Consciente de que las mujeres del pueblo son “la mitad del mundo que sostiene el cielo” y que sin ellas no es posible el triunfo de la revolución, les dice:

Pasa la voz a María,

a Rosa, a Juana, a Carmela…

Diles que ahora es el día

de acabar con la opresión.

Dedícales mi canción,

y diles que estoy con ellas.

Son las mujeres más bellas

de tu humilde condición.

En los primeros años de la década del 80, sus versos empiezan a reflejar la realidad candente y palpitante del proceso revolucionario que se desarrollaba en el país.

Hoy las cosas van cambiando

se derrumba el gran poder

nueva luz esta brillando

con andino amanecer.

JOVALDO fue un poeta que sintió “las agitaciones, las inquietudes, las ansias de su pueblo” y de la “época actual: la época de la Revolución Proletaria Mundial”.

El 29 de marzo de 1983, los opresores, llenos de pánico porque la pólvora de sus versos reflejaban el desarrollo de la revolución, lo cogieron y recluyeron en las mazmorras de la isla penal El Frontón. Desde allí, convertida ésta en Luminosa Trinchera de Combate, JOVALDO, con la moral al tope, arremete contra los opresores sus filudos versos.

Cuando en juego de la clase

su moral está en la acción

no importa lo que nos pase

combatiendo en la prisión.

En mayo de 1986, semana antes del genocidio, escribe:

Para todo preparados

con resuelta convicción

estamos muy bien armados

con la justa concepción.


Puño en alto con violencia

levantamos nuestra voz;

por la infernal resistencia

HOY MAS QUE NUNCA FEROZ.

“La historia –afirma José Carlos Mariátegui- en gran proporción, es puro subjetivismo, y, en algunos casos, es casi pura poesía”.

“El arma de la crítica –sostiene Marx- no puede, evidentemente, reemplazar a la crítica de las armas, pues la fuerza material debe ser derrocada por la fuerza material, pero la teoría, a la vez, deviene fuerza material desde que penetra en las masas”.

El legado poético de JOVALDO, desde el campo del arte ha cumplido, cumple y cumplirá esa misión mientras haya lucha de clases en el mundo.

Los opresores seguirán oyéndolo, como él mismo dijera, “con la voz dinamitada”.

Que el epitafio de su memoria sea:

¡GUERRERO DE LA PLUMA, EN LA CLASE Y EN EL PUEBLO, ESTAS PRESENTE!

Entonces, parafraseando a César Vallejo, diremos:

José Valdivia Domínguez, JOVALDO, así después de muerto se levantó, besó su catafalco ensangrentado, sonrió por el pueblo y volvió a escribir en sus versos:

“¡Vivan los compañeros! ¡José Valdivia Domínguez!

¡Su cadáver estaba lleno de mundo!”*

Nota:
Por ejemplo, en esos años el Movimiento Poético HORA ZERO publicó:… (Este movimiento)… “se reconoce como un MOVIMIENTO CULTURAL REVOLUCIONARIO MARXISTA LENINISTA y VANGUARDIA -en el campo de la cultura- DEL PROLETARIADO, CAMPESINADO Y DE TODAS LAS CAPAS OPRIMIDAS DEL PUEBLO PERUANO.
HORA ZERO reconoce que la Lucha de Clases es el motor de la historia y que ésta no es, de ninguna manera, una lucha abstracta, sino que se da en la vida real y todos los días. Igualmente, HZ plantea que la Lucha de Clases se da en todos los campos de la vida y práctica social, y que la práctica social está constituida por todas las manifestaciones del hombre.”

Manifiesto “Contragolpe al viento”. Movimiento Poético Hora Zero. Nuevas respuestas. Lima, 1977.

JOVALDO

“Nosotros somos hermanos, hermanos de clase y Jovaldo era un compañero. Y como todos, era muy estudioso, creo que a él le gustaba especialmente el estudio, se preparaba mucho, se iba a la playa con sus libros, con sus apuntes. Habían dos o tres más abocados al arte, aunque todos hacíamos arte, canciones. Todos teníamos las mismas características, todos teníamos las mismas tareas, y el arte era una tarea para todos”. (Julio Yovera). 

* Solidariamente, Ediciones Kusikusum.