En la sociedad concreta en la que vivimos, el talento de los hijos del pueblo, expresado en el arte, tiende a sucumbir al atractivo del comercio, al mercado de las comunicaciones, en el que el capital mundial invierte enormes cantidades de dinero, porque sabe que a través del arte viajan más poderosamente los contenidos que forman y deforman la sensibilidad del pueblo. Pocos son los artistas que viven de espaldas al mundo mercantil y más bien procuran ofrecer sus obras al corazón del público más sencillo. Ese es el caso ejemplar de Manuel Acosta Ojeda, que ha dado su vida a la música popular y al que desde estas páginas rendimos nuestro homenaje.
"Su obra musical más que un hito, es muy importante en el desarrollo de la música criolla. El asume la poesía, la rítmica, la métrica de los versos, enlazándola a una melodía sumamente compleja. Quizá por eso muchas de sus canciones no se cantan porque son difíciles, con un lenguaje rico, lleno de imágenes y metáforas. Melódicamente también, es un aporte y una propuesta al desarrollo, especialmente de los valses. Muchas veces se ha dicho que el vals criollo ya ha muerto. Con un repertorio como el de Manuel Acosta Ojeda eso es imposible". (Chalena Vásquez, etnomusicóloga)
"Para que una obra sea popular, tiene que ser, obligatoriamente, sincera. Cuando el autor empieza a pensar qué dirá el crítico de El Comercio, entonces ya empieza a fallar, empieza a corregir, entonces esas canciones no pasan. Hay canciones muy bellas, pero no se recuerdan porque no son sinceras, son hechas pensando en lo que se va a decir de ellas. Esa es la parte hermosa de la música popular, resiste, se reciente cuando le meten cosas que no le corresponde. Hay músicos extraordinarios, pero el pueblo, ese pueblo sencillo que no ha ido a San Marcos ni a la Católica, ese pueblo con gran sensibilidad rechaza lo que no le corresponde, es la parte hermosa de la música popular". (Manuel Acosta Ojeda)
"Manuel Acosta Ojeda continua una tradición de belleza e innovación musical que viene de los clásicos del valse limeño, bajopontino, que continúa la línea de Felipe Pinglo, Pablo Casas, y se mantiene en la popularidad junto a Abelardo Núñez. Sus temas no son solo poemas de amor, como "Si tú me quisieras" o su canción a la madre, fundamental en la música popular, si no también cantos de lucha, de esperanza y de ira respecto a los abusos que se cometen con el pueblo. En ese sentido él es un verdadero innovador, marca una ruptura, y sin duda tendrá seguidores en los tiempos que vengan". (César Lévano, periodista)
Jorge Sandoval/Presencia Cultural Canal 7
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