En su marcha hacia una mayor reaccionarización, una nueva acumulación originaria de capital y una más intensa represión de las luchas populares, el Estado arremete contra las poblaciones que demandan sus derechos fundamentales con la mayor energía. En el Valle del Tambo, en la provincia de Islay, Arequipa, los trabajos pre operativos de la Southern Cooper Corporation removieron las tierras en el proyecto cuprífero a tajo abierto que amenazaba acabar con la producción agrícola, además de los daños a la salud y al medio ambiente.
Desde hace dos años, la población en pie de lucha hizo los reclamos y trámites pertinentes ante las autoridades, pero los movimientos de exploración minera no cesaron, demostrando que el gran capital minero es el que toma las decisiones, y al gobierno no le interesa en absoluto resolver el problema.
“Los pueblos de Islay exigen la inmediata paralización de todos los trabajos pre operativos de la Southern, el retiro de maquinarias y equipos, así como el desmantelamiento del campamento instalado en la zona, medida urgente y necesaria para restablecer la tranquilidad y la paz en nuestras tierras, y hace un llamado a todas las organizaciones gremiales y sociales de la Región Arequipa y del Perú, a pronunciarse e iniciar coordinaciones para elaborar un plan de acción en defensa de nuestros hermanos de Islay”, afirmó la población en documento que llegó a nuestra redacción, a través de la CGTP de Islay.
Recientemente y durante más de 16 días, por enésima vez, y con el apoyo unánime de la población organizada en la Coordinadora Político Social de Arequipa, los pobladores bloquearon la carretera Matarani-Mollendo a lo largo de tres kilómetros y declararon un paro local. Las fuerzas de la reacción se pusieron en movimiento y arremetieron contra la población con bombas lacrimógenas arrojadas desde helicópteros y disparos de balas y perdigones. Como consecuencia hubieron muchos heridos y tres muertos.
Ante esta creciente provocación y agudización del conflicto, las autoridades y el Gobierno Regional de Arequipa, en sesión de consejo, acordaron suspender la autorización a la mina Tía María hasta que el Ministerio de Energía y Minas resuelva el pedido de la población de Islay. Por su parte, este ministerio dispuso paralizar la evaluación del estudio de impacto ambiental por seis meses. Pero el pueblo no estaba dispuesto a aceptar suspensiones sino la cancelación del proyecto. Los trabajadores de la federación departamental de Arequipa tomaron posición apoyando la medida que día a día se radicalizaba. Finalmente, el gobierno se vio obligado a declarar la cancelación definitiva del proyecto, con lo cual el pueblo de Islay nos da una gran lección por su persistencia y tenacidad. Esta victoria queda registrada en la memoria de los pueblos que unidos en torno a ideales superiores pueden alcanzar niveles más altos de organización. ¡Éxito del pueblo de Islay! (Redacción)
FRENTE DE DEFENSA DE SECHURA RECHAZA CONCESIÓN A EMPRESAS MINERAS
El Frente de Defensa de Sechura que reúne a pescadores artesanales, pesca mediana, agricultores y trabajadores en general, presidido por Amaru Ipanaque y Fidel Periche como sec. de organización, expresaron su rechazo a la concesión hecha, primero a la empresa Vale Do Rio, y después a muchas otras mineras extranjeras, por la cual de 70 mil, ahora son 140 mil hectáreas destinadas a la explotación de fosfatos en Bayobar, con el perjuicio que ello traerá a la población.
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