“LA AMNISTÍA GENERAL NO ES UNA FIGURA NUEVA EN EL PERÚ Y YO NO SOY UN HOMBRE DE ODIOS NI REVANCHAS”
Por Alberto Mego
El Dr. José Antonio Ñique de la Puente es un reconocido especialista en Derecho y Ciencias Políticas, con una amplia trayectoria en la defensa de los Derechos Humanos. Por el papel cumplido en la defensa de la justicia y el desarrollo de los pueblos, más de una vez ha sufrido persecución y hostilidad. Ha sido catedrático y Decano de la Facultad de Derecho en la Universidad de San Marcos, y actualmente preside el Colegio de Abogados del Perú.
DR. ÑIQUE DE LA PUENTE |
Hasta hace un tiempo la flagrancia significaba capturar a un acusado en el acto delictivo, pero ahora por información de terceros, o por fuentes de otro momento puede seguir considerado como flagrancia ¿cuál es su opinión sobre la variación de la tipificación del delito de flagrancia que hace poco ha hecho el Congreso?
Esa variación se había hecho ya anteriormente, pero fue dejada de lado, derogada. Me parece que es muy peligrosa, porque puede dar lugar a la “autonomía de abuso”, como decía Aníbal Ismodes Cairo, viejo profesor y sociólogo sanmarquino.
El Decreto 019 castiga eternamente a los profesores por haber participado en el conflicto interno y les impide ejercer su derecho al trabajo, ¿qué propósito tiene esta ley?
En primer lugar, esa ley no se puede aplicar, y debe ser derogada porque es contraria a los derechos humanos, a la dignidad humana y al derecho. Antonio de Berstein, sacerdote jesuita, en la Universidad de San Sebastián en España, afirmó que toda persona que haya sido procesada o detenida tiene derecho a la repersonalización, es decir, tiene derecho a ser considerada como persona, a volver a construir un futuro sin que nadie le recuerde su pasado, porque desde el momento que decide volver a vivir pacífica y democráticamente y construir con todos el destino nacional, a nadie se le puede impedir su derecho al trabajo. Son ideas macartistas pero no estamos en Estados Unidos, pienso que esas leyes son descabelladas, deben ser dejadas de lado.
Hasta antes de su derogatoria, el Decreto Ley 1097 era una forma encubierta de facilitar la libertad de quienes participaron en el conflicto interno por el lado del Estado. ¿Qué opina Ud. de una amnistía general que alcance a las dos partes del conflicto?
Indudablemente, hay un criterio de desapego a los derechos fundamentales, de gente inafecta a la protección de los derechos humanos. Es una política nada democrática y se palpa un deseo de impedir una mayor democratización pacífica y plural del Perú. Como ha dicho Vargas Llosa, ese decreto promueve una amnistía parcial, es anticonstitucional y debe ser derogado. Ahora la amnistía general no es una figura nueva, la hemos visto en años recientes después de la guerrilla de los años 65 cuando la dio el general Velasco, y antes en Trujillo en los años 32, después de Sánchez Cerro, con Benavides, para beneficiar al APRA. Ahora en el Colegio de Abogados no nos hemos puesto a hacer el análisis de la coyuntura histórica, pero yo no soy un hombre de revanchas ni de odios, simplemente creo que debemos cumplir el ideal de que el derecho en el futuro debe servir para el encuentro de todas las gentes y el mínimo de amor que requiere la sociedad. No podemos seguir odiándonos.
¿El Colegio de Abogados ha tomado posición sobre esta circunstancia convertida en un atolladero para la vida política del país?
No, sinceramente no ha tomado una posición al respecto. Pero eso no significa que no lo vamos a hacer. Ahora estamos concentrados en estos decretos legislativos que no favorecen los derechos fundamentales.
DR. ÑIQUE DE LA PUENTE |
¿Cómo se visualiza Ud. en el próximo escenario electoral?
He recibido invitaciones de diferentes organismos y personalidades. Si veo conveniencia en mi participación, lo tomaré en cuenta porque desde muy joven he querido que en el Perú haya una república realmente democrática, constitucional, inclusiva e integradora. Que los quechuas, los aymara y nuestros pueblos de las comunidades de la selva se desarrollen realmente, y no solo haya crecimiento económico sino también social, y se produzca lo que llamaba Basadre “la promesa de la vida peruana”. Mire lo que vemos hoy: gente tirada en la calle, en la pobreza, en la miseria. Un profesor va al cajero automático y no encuentra nada, y sin embargo se dice que “el Perú avanza”.
¿Tiene conocimiento del Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales (MOVADEF) que está luchando por una amnistía general para las partes involucradas en el conflicto interno?
Sí, cómo no. En el Colegio de Abogados tenemos información al respecto, como de todo cuanto ocurre en el país. Son peruanos interesados en esos criterios que desde aquí respetamos profundamente porque tenemos un criterio plural y democrático. No quiero irme del mundo sin ver un reencuentro de las familias peruanas, que éstas no estén divididas. Deseo que el Perú sea una república de ciudadanos, que la gente no se guíe por los psicosociales, sino por una conciencia de peruanidad. No podemos seguir odiándonos. Debemos cultivar un espíritu de compatriotas, civiles y militares. Todos debemos reconstruir el Perú para retomar la tarea del inkario.
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