1 de septiembre de 2012

CARAL


Caral, la ciudad más antigua de América

A poco menos de 200 kms. de Lima, se encuentra la que podría ser la ciudad más antigua de América, una gran interrogante para los especialistas en la historia del Perú
Antes del descubrimiento de Caral, los arqueólogos consideraban que en el llamado “horizonte temprano” de la historia del Perú estaba ubicada la civilización Chavín como la cultura pre inca más antigua, ubicada en lo que hoy es la sierra de Ancash, con una antigüedad de 1,500 años. Pero en el país milenario -e insuficientemente conocido- en que vivimos, actualmente se puede afirmar que el conjunto social, político y cultural de Caral, con sus 5000 años de antigüedad es contemporáneo de China, Egipto, Mesopotamia.
Así pues, es posible que la más antigua organización del estado peruano haya estado en Caral. Todas las huellas arquitectónicas así lo demostrarían. Un estado constituido por los representantes de varios linajes y presidido por una cabeza principal, un “curaca” que conduciría y organizaría la vida de los habitantes de diversas ciudades y pueblos como Aspero, Allpacoto, Miraya, Kotosh, entre otros, y donde la religión fue la política principal para el control de la población, la producción y distribución de bienes. Los grandes monumentos encontrados, de notable carácter religioso como pirámides, plazas, atrios y altares de fuego serían los escenarios de la renovación en el poder de esa casta dirigencial.
Un elemento muy importante que distingue a Caral, como a ninguna otra civilización del mundo, es que no se han encontrado vestigios de cerámica, es decir, no usaban el calor para transformar la arcilla. Tal es su antigüedad. Y sin embargo, su dominio de la agricultura les permitió intercambiar sus cosechas con productos del mar, pues curiosamente esa era la base de su alimentación. No solo eso, se han encontrado “quipus” de algodón en el área de influencia de esta cultura, los que serían los más antiguos encontrados hasta la fecha y que revelarían su nivel intelectual en el cálculo.

El primer investigador que llamó la atención sobre este vestigio arqueológico fue Paul Kosok en 1949, pero ya antes Max Uhle en 1905 y luego Julio C. Tello en 1937 informaron sobre sus hallazgos en el valle de Supe, a 23 km de Caral. Pero fue Ruth Shady que desde 1994 recorrió, hizo excavaciones y estudió a profundidad la zona hasta publicar en 1997 su investigación “La Ciudad Sagrada de Caral-Supe en los albores de la civilización en el Perú”.
La memoria de nuestro pueblo, constantemente borrada por los poderes de turno, empeñados en eternizarse en el poder, tiene en el Perú el desafío de desechar las señales dispersadoras para puntualizar en el conocimiento de la historia, única forma vivir el presente y de prever el futuro. (E.R.)



Ruth Shady

RUTH SHADY. Nació en el Callao, Perú, en 1946. Antropóloga y arqueóloga. Fundadora y directora del Proyecto Arqueológico Caral. A lo largo de su trayectoria profesional ha dirigido distintos proyectos de investigación arqueológica en la costa, sierra y selva del Perú, dando énfasis al estudio del desarrollo de las organizaciones sociopolíticas complejas. Fue directora del Museo Nacional de Arqueología y Antropología del Perú y del Museo de Arqueología y Antropología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Profesora principal y coordinadora de la maestría en Arqueología Andina de la Unidad de Post-Grado de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y directora del Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe/Instituto Nacional de Cultura. Autora de numerosos artículos publicados en libros y revistas, tanto peruanos como extranjeros.

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