1 de septiembre de 2012

PULSO DE LA CIUDAD




Significativa concurrencia de padres de familia en marcha de apoyo a maestros en huelga, en Ayacucho. Más de tres mil personas, integrantes de distintas asociaciones de padres de familia (APAFA), se movilizaron en los días de agosto por las calles principales de la ciudad de Huamanga en apoyo a los maestros que acatan una huelga nacional indefinida desde el 20 de junio pasado. Los padres de familia exigen diálogo y no represión ante el pedido de docentes porque conocen mejor que nadie las carencias del proceso educativo, y ello perjudica principalmente a sus menores hijos.


Una prolongada huelga de médicos de Essalud hizo que estos profesionales tomen las calles para denunciar la situación del seguro social. Santiago Vinces, secretario general del Sindicato de Médicos de EsSalud, indicó que no solo piden aumento salarial sino mejores condiciones de trabajo y de atención para los asegurados. Agregó que debido al paro se han dejado de hacer más de 6 mil cirugías, y hasta antes de la huelga ya había más de 10 mil en lista de espera por falta de recurso humano y sala de operaciones. Por esta pésima atención, a los asegurados se les descuenta durante toda su vida laboral.


Como no se había visto nunca, los transportistas, y eso incluye a los dueños de los micros, los choferes y “llenadores”, se unieron para marchar por las calles de Lima, rechazando los planes de la Municipalidad de Lima que pretende modificar el trasporte urbano, con nuevas líneas, dando de baja a miles de automóviles, cediendo importante parte de las multas a la policía. Y todo ello sin contar con la opinión de los transportistas. Es el plan neoliberal y la nueva acumulación originaria que se impone a rajatabla. Y los trabajadores del transporte defendieron su trabajo uniéndose el 16 de agosto.


En una enorme y enérgica marcha, que tuvo la plaza Dos de Mayo como punto de concentración, y luego el Ministerio de Trabajo, y después el Ministerio del Interior, los trabajadores de Construcción Civil se movilizaron contra el asesinato selectivo de sus dirigentes. Reclamaron por la paz sindical, rechazaron a las bandas organizadas de delincuentes y denunciaron la indiferencia de las autoridades frente a la manera como acceden a las obras de construcción, que en los hechos es uno de los rubros de mayor crecimiento actualmente. El jueves 23, esta marcha se replicó en todo el país. (N. de R.)

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