Un suceso sin precedentes ha ocurrido en el vecino país de Chile: miles de niños y jóvenes, estudiantes universitarios y secundarios tomaron las calles de las principales ciudades chilenas, incluso Santiago, para demandar firmemente un cambio radical en el sistema educativo. Desde que en 1980, durante la dictadura de Augusto Pinochet, se decretó la municipalización de la enseñanza pública, en el marco del neoliberalismo galopante que ese país puso en marcha, los niños y jóvenes no ven un horizonte garantizado en sus vidas. Todo es pagar y endeudarse para mantenerse en un sistema educativo hiperindividualista donde la competitividad por un espacio en el mercado -el estrecho mercado de nuestros países pobres-, lo único que garantiza es el egoísmo exacerbado. El gobierno de Sebastián Piñera ha sido jaqueado por esta colectividad de jóvenes, pues bruscamente ha descendido en la preferencia de los ciudadanos. Y cómo no, si después de 30 años de privatización de la enseñanza, estremecidas las masas por un proyecto educativo que las conduce al barranco y a la frustración personal, la estratificación social que se ha producido las devuelve a la conciencia de la lucha social, como único camino para recuperar sus derechos fundamentales, su derecho a la educación, entre otros.
CHILE: CIENTOS DE MILES SE MOVILIZAN
¡POR EL DERECHO A LA EDUCACIÓN!
¡Luchar para estudiar, estudiar para luchar! |
En la marcha participaron más de 150,000 personas, solamente en Santiago, pero el movimiento ciudadano se extendió a ciudades importantes como Valparaíso, Concepción y La Serena, donde otros 150,000 jóvenes salieron a protestar contra una educación que lucra con sus ideales. Esta significativa movilización tiene su precedente en el "movimiento de los pingüinos" que durante el año 2006 se inició con la toma de los colegios secundarios reclamando mejoras sustanciales en las condiciones infraestructurales, la calidad, y el papel del Estado como agente responsable de la enseñanza. Se cuestionaba también la enorme brecha entre los colegios dependientes de municipios adinerados y los de sectores más pobres. El movimiento contó con la adhesión de amplios sectores de la población.
¡Si no nos dejan soñar, no los dejamos dormir! |
Ahora también, en la medida que la situación es la misma, la Confederación de Estudiantes Chilenos (CONFECH), el Colegio de Profesores y los padres de familia, convocantes de la movilización, anunciaron que no cesarán en su demanda por la gratuidad de la educación. "Los estudiantes no tienen porqué endeudarse por algo que es un derecho", "Todos los estudiantes, trabajadores y profesores de Chile deben marchar en las grandes alamedas por su derecho a la educación y al trabajo", "La crisis en el sistema educacional chileno emana de la implantación del modelo de economía de mercado implantado por Pinochet", "La educación debe retomar su carácter social para reforzar la democracia y el acceso igualitario al conocimiento", afirmó la actual presidenta de la CONFECH, Camila Vallejo, estudiante de geografía de 23 años y militante de la Juventud Comunista de Chile, a la vez que convocó a plegarse al paro nacional de 48 horas convocado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) el 24 y 25 de agosto que significó otro gran exito del pueblo chileno en la lucha por sus derechos fundamentales
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