1.- “SÍ, EL PERÚ AVANZA PERO PARA LOS RICOS”.
En 20 años de aplicación de neoliberalismo y globalización en el Perú, y cuando se dice a los cuatro vientos que “el Perú avanza”, ¿qué responde la inmensa mayoría de los más de 500 obreros y trabajadores encuestados? “El Perú avanza, pero para los ricos”. El gráfico que, sobre la base de los datos del Instituto Nacional de Estadística e Información (INEI), elaboró el diario La República en julio 2010, lo confirma contundentemente. Desde Fujimori, pasando por Toledo y por García Pérez, los salarios se fueron al suelo de 30.1% al 22.0%.
Por el contrario, las ganancias de los grupos económicos de la gran burguesía, sobre todo compradora, y del imperialismo crecieron del 52.7% al 62.8%. Por eso el abismo social y económico en el Perú se hizo más hondo, como una boca de cocodrilo. El salario, es una de las banderas de la clase obrera y de los trabajadores, que debe ser defendida a través de la lucha.
2.- “ATERRORIZAN A LOS OBREROS PARA QUE NO SE SINDICALICEN”
Ha quedado demostrado que el deterioro del salario está directamente relacionado con la desaparición y debilitamiento de los sindicatos. A menos sindicatos, más robo de salario, más plusvalía arrebatada a la clase y a los trabajadores. El sindicato es la forma orgánica que la clase obrera tiene para su lucha reivindicativa, y su forma correspondiente de lucha es la huelga. En el Perú, antes de los 90, el 52% estaba sindicalizado, hoy no llega al 4.5%. La gran burguesía desata campañas de miedo para que no haya sindicato u hostiliza a los sindicalistas existentes, con amenaza de despidos o despidiendo dirigentes. Un obrero denunció: “Aterrorizan a los trabajadores para que no se sindicalicen”. Nótese en el gráfico que el número de asalariados crece año a año, pero la sindicalización, por el contrario cae.
Las cifras oficiales buscan sembrar una gran confusión para ocultar la desocupación imperante. En el Perú, según el laboralista Julio Gamero, sólo el 8.2% tiene un “Trabajo Decente” (contrato laboral, nivel de ingreso mayor o igual que la remuneración mínima vital, jornada de 48 horas semanales, seguro de salud y afiliación al sistema de pensiones, como lo estipula la Organización Internacional del Trabajo). ¿En qué condiciones labora entonces el otro 91.8% de la PEA? Respuesta: en las peores condiciones o simplemente no tiene trabajo. Un amplio sector trabaja en la precariedad de las services y CAS y otras formas de explotación que llegaría al 26.8%. Un 60% está en la subocupación. Oficialmente sólo se reconoce una desocupación del orden del 5%. En España, la desocupación está en el 20% debido a la crisis, pero en el Perú sólo se reconoce ese magro 5%.(Documento de la Coord. de Obreros y Trabajadores)
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