Un acontecimiento de importancia
mundial ha sucedido de manera imprevista: la renuncia del papa Benedicto XVI,
ésta no es como puede suponerse un piadoso acto de desprendimiento, sino más
bien revela las contradicciones que se juegan en la crisis del capitalismo. A
continuación reseñamos las opiniones del periodista e investigador Daniel
Estulín (de origen ruso, residente en España).
Lo que estamos viendo es la caída de
la economía mundial, y no es un error de cálculo ni coincidencia que en ese
marco se produzcan hechos como éste. Los poderes financieros están atrás, y el
Vaticano es una de las empresas más grandes de la historia, que ha acumulado
riquezas casi durante 2,000 años, y como toda empresa tiene enemigos en el
campo de las sociedades secretas más poderosas del mundo. De allí viene esta
lucha. Hay un sector de la masonería que trata de hacerse del poder al interior
del Vaticano, de hecho hace algunas décadas tienen puestos claves allí. Y
Benedicto XVI era un rival muy incómodo, no es ningún secreto que querían eliminarlo,
él se ha referido a este hecho.
¿Porqué ahora? Tenemos noticias que él
quiso dimitir en diciembre, pero las sociedades secretas que gobiernan el Vaticano
le convencieron que postergue esa renuncia. Por supuesto, estas relaciones de
poder no serán ni siquiera mencionadas por los medios de comunicación, que
seguirán hablando de su salud, cuando en realidad el eje del problema está en
los sectores dominantes del Vaticano que rivalizan con el poder financiero
mundial.
Pocas
personas saben que la fábrica de armas Pietro Beretta Ltda. (la mayor industria
de armamentos en el mundo) y que es controlada por el Holding SpA Beretta y el
accionista mayoritario de la Beretta Holding SpA, después de Gussalli Ugo
Beretta, es el IOR (Instituto para las Obras de Religión [comúnmente conocido
como Banco del Vaticano]) institución privada, fundada en 1942 por el Papa Pío
XII y con sede en la Ciudad del Vaticano.
EVO NACIONALIZA
AEROPUERTOS EN BOLIVIA
Con gran alegría los trabajadores de
los aeropuertos recibieron la noticia de la nacionalización de los aeropuertos,
que desde 1997, cuando fueran privatizados, estaban bajo el control y
administración de una empresa española. El cargo que les ha hecho el gobierno
de Evo Morales es el de la nula inversión, como se había establecido, y las
enormes ganancias que obtenían. El Gobierno movilizó el lunes a fuerzas
militares y policiales y, mientras el presidente anunciaba la medida desde
Cochabamba, “en resguardo del interés público”, los efectivos tomaron el
control de los aeropuertos de las tres principales ciudades. No se
interrumpieron las operaciones ni los vuelos nacionales ni los internacionales.
Sin embargo, la reacción del gobierno español los hizo advertir que la medida traería
consecuencias e incluso ruptura de comunicación con Bolivia. A esto Evo Morales
señaló que “si corresponde habrá una indemnización a esas empresas que solo han
gastado en mantenimiento”. Dijo que entiende “la reacción del gobierno español,
pero también el profundo sentimiento del pueblo español”, cuyos “movimientos
sociales están pidiendo la nacionalización de las empresas, están pidiendo que
los servicios básicos no sean un negocio privado”, aseveró.
MUJERES DEL PKK ASESINADAS EN
PARIS
No es una coincidencia que mientras se
iniciaban negociaciones entre el gobierno de Turquía y los rebeldes kurdos,
encabezados por el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), el pasado 9
de enero, en París desconocidos asesinaron a tres activistas de esta
agrupación, entre ellas a una de las fundadoras de este partido. Como es de
conocimiento público, el PKK y su dirigente Abdalá Ocalán, en prisión hace
mucho tiempo, buscan una solución política a la situación de miles de kurdos que
luchan por una independencia para su pueblo.
La colectividad kurda compuesta por
millones de pobladores carece de un territorio pero reclama su presencia
política y cultural en el Kurdistán desde la caída del Imperio Otomano en 1920,
y de manera organizada desde la 1978 con la creación del Partido de los
Trabajadores (PKK).
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