Alberto, ¿qué tal?
Te escribo con mucha tristeza e
indignación en mi corazón.
En estos mismos momentos, madrugada de
día miércoles 21 de marzo, está ocurriendo uno de los mayores operativos
policiales en la región de Aysén, al sur de mi país. Como ya te había
mencionado, el pueblo de la Patagonia chilena se levantó hace ya un mes
exigiendo condiciones dignas para vivir y denunciando el abuso del centralismo
estatal y la desprotección de las zonas extremas. Bueno, hubo un par de mesas
de diálogo y ante la burla del gobierno hacia el pueblo en la negociación, la
mesa se quebró. Posteriormente el gobierno acudió a una de las “joyas”
heredadas de nuestra dictadura: la
Ley de Seguridad Interior del Estado,
herramienta legal que le permite al gobierno criminalizar con altas penas la
protesta social; era surreal ver en la lista de procesados por esta ley a
dueñas de casa, trabajadores...
El pueblo no ha dejado la
manifestación, la protesta social pacífica y también las tomas de caminos. El
gobierno ha respondido con “mano dura”, ya los carabineros no contienen sino
que entran ilegalmente a las casas, arrastran del cabello a las mujeres, lanzan
bombas lacrimógenas dentro de hospitales y sedes sindicales, disparan balines a
niños, torturas y humillaciones verbales y físicas... en fin. Este día será
recordado por el terrorismo de estado ejercido por el Gobierno de Chile.
El pueblo de Aysén es conmovedor,
ahora mismo escucho por radio a una mujer que en medio del llanto dice que “nadie
nunca más va a jugar con la Patagonia. Mañana nos levantaremos y le
demostraremos desde aquí a todo Chile que con nuestra dignidad no se juega.
Hemos demostrado siempre nuestra voluntad de dialogar y negociar y el gobierno
nos manda más pacos (policías).” En Aysén, la gente se siente libre y no se
rendirá. Para el día de hoy hay manifestaciones convocadas en todo Chile bajo
el lema “tu problema es mi problema”, por supuesto estaremos con mis compañeros
solidarizándonos.
Te envío este mensaje para que puedas
divulgarlo entre los tuyos. Mientras estuve en Perú muchos me dijeron que mi
país estaba 50 años más adelantado que el suyo. No se les olvide, mi país es un
modelito neoliberal diseñado para experimentar sobre él mediante el terror y el
“crecimiento económico”, todos los avances están bañados con la sangre de nuestros
muertos en dictadura y los muertos de la democracia burguesa.
Quién iba a pensar que en el sur del
mundo, en Aysén (de Ice End, “donde terminan los hielos”) se prendería un fuego,
una hoguera que nos encendería a todos, que nos demostraría que el pueblo está
despierto y no se dejará pisotear ¡nunca más!
Un afectuoso y fraterno saludo para ti
José
Reyes, estudiante.
"Debiera también existir una ley que astigue la inoperancia política" afirmó Ivan Fuentes, dirigente de Aysén |
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