ENTREVISTA : DAVID MUSSA, ORGANIZADOR DE ENTEPOLA CHILE

Entrevista: David Mussa, organizador de ENTEPOLA Chile

1.- ¿Cómo aparece la inquietud por este encuentro de teatro popular latinoamericano de teatro, hace ya 26 años?

Esta iniciativa surge como una respuesta cultural a la represión existente en Chile, articulando a los desaparecidos grupos o colectivos teatrales existentes antes del golpe militar del dictador Augusto Pinochet, es una iniciativa de todos los agentes

culturales, en especial del ámbito teatral, que se asocian para enfrentar a los mecanismos de represión a través del arte. El impulso lo activa Teatro La Carreta el año 87, realizándose un “Primer Encuentro de Teatro Poblacional” con apoyos de Ongs locales y Oxfam (institución de apoyo internacional). Al principio, solo con grupos locales, que tocan temáticas en donde se develan las problemáticas propias de lo que generaba, hasta ese entonces el régimen dictatorial.

Al Tercer Encuentro de Teatro Poblacional, que en un principio solo duraba dos o tres días, llegaron un par de grupos argentinos y ya para el 4to (año 90, advenimiento de gobiernos democráticos), la denominación fue de Encuentro de Teatro Popular Latinoamericano, con la presencia de grupos de Colombia, Perú, Ecuador, Paraguay, y comenzó a durar 10 días. Desde el año 92 en su sexta versión se comienza a dar a conocer como ENTEPOLA (Encuentro de Teatro Popular Latinoamericano).

Se ha realizado en forma ininterrumpida en la segunda quincena de enero en Santiago de Chile en diferentes comunas de la Región Metropolitana y ésta en su séptima versión en la ciudad de Salamanca, en la IV Región del país, Pudahuel.

Desde el año 2006, se le denomina ENTEPOLA-Festival Internacional de Teatro Comunitario, para una mejor comprensión de estos conceptos, en países fuera del habla española.

2.- ¿Cuáles han sido las dificultades más importantes que ha tenido el encuentro en estos años?

El soporte financiero hace que tengamos serios desafíos en este aspecto para seguir realizándolo con el máximo de dignidad. Recurriremos a mecanismos de gestión que nos acerque al apoyo de la empresa privada, a través de la Ley de Donaciones Culturales y a proyectos de fondos concursables nacional e internacional. Desde el año 2006 ENTEPOLA ha sido ganador del FONDART (Fondo Nacional de la Cultura y las Artes) e Iberescena (Fondo de Ayudas a las Artes Escénicas de Iberoamérica).

Si bien ha sido una gestión exitosa, es un proyecto cada vez más demandante de recursos, pues sigue creciendo y desarrollándose.

3.- ¿Cuáles las satisfacciones?

Todas las que no son de carácter financiero, las que nos proveen del goce de compartir cultura. Haber logrado un Equipo Ejecutor de más de 50 personas absolutamente empoderadas.

Saber que somos capaces de enfrentar los momentos de carencia económica con creatividad, compromiso, ingenio, trabajo, disciplina y rigor. Ser un proyecto con gran capacidad de convocatoria tanto del público asistente, más de 40.000 mil espectadores, como de los artistas y gestores culturales de Chile, América Latina y de otros continentes. Hemos sido motivadores para que la experiencia se realice en otros países, con absoluta autonomía. La experiencia que mantiene un vínculo activo, real y permanente es con ENTEPOLA-NOA que se realiza en Argentina que ya realizó su 4ta versión en enero 2012, experiencia que dirige Germán Romano.

4.- ¿Qué balance podrías hacer de esta última versión de ENTEPOLA Chile 2012-Festival Internacional de Teatro Comunitario?

Para mi uno de los aspectos más importantes que hemos logrado es tener la capacidad de Resistencia Cultural, con un proyecto que tiene un sello propio, muy

distinto a lo que promueve nuestro país desde hace muchos años, que se aleja del protagonismo real de nuestra comunidad.

Nuestro proyecto es impulsado por Teatro La Carreta, compañía independiente, que trabaja durante todo el año en la comunidad, a través de su Escuela Internacional de Teatro Comunitario y en la formación de nuevos líderes comunitarios.

Otro de los aspectos que hemos logrado es propiciar la mejor atención en el marco de nuestras posibilidades a los invitados en términos logísticos y técnicos.

Es un aspecto del cual los proyectos comunitarios deben mantener y no descuidar.