EL CEREBRO Y EL MITO DEL YO
Rodolfo Llinás
En el libro “El cerebro y el mito
del yo”, Rodolfo Llinás, colombiano, uno de los padres de la neurociencia
moderna, presenta un original punto de vista de la evolución y la naturaleza de
la mente. De acuerdo con Llinás, el “estado mental” evolucionó para permitir
las interacciones predictivas entre las criaturas vivas con movimiento y su
medio ambiente. El autor ilustra la evolución temprana de la mente a través de
un animal primitivo, la ascidiácea, un tunicado cuya forma larval adulta tiene
un ganglio similar a un cerebro que recibe información sensorial acerca del
medio ambiente circundante. La forma adulta de este animal se adhiere a un
objeto estacionario y digiere la mayor parte de su cerebro, lo cual sugiere que
el sistema nervioso evolucionó hasta permitir el movimiento activo de los
animales. Para moverse con seguridad en el medio ambiente, una criatura,
cualquiera que ella sea, debe prever el resultado de cada uno de sus
movimientos con base en los datos que le llegan por los sentidos. Por tanto,
para Llinás la capacidad de anticipación es probablemente la función
primordial del cerebro. A continuación fragmentos de una entrevista que le
hizo la BBC de Londres.
¿Es cierto que diariamente mueren
muchísimas neuronas en el cerebro?
Parece que sí, y hay generación de
nuevas neuronas, sobre todo en el hipocampo. Aún no sabemos exactamente qué tan
importantes son para el funcionamiento del cerebro. Definitivamente, el cerebro
se deteriora con el tiempo por lo que nunca seremos tan inteligentes como
fuimos cuando éramos jóvenes.
¿Existe alguna fórmula para mantener
el cerebro en un estado joven, en ejercicio, para mantener la agilidad y estar
en condiciones mentales perfectas?
El cerebro tiene dos razones por las
cuales se deteriora. Una, es el deterioro del cuerpo, al fin y al cabo, el
cerebro debe ser mantenido por el sistema circulatorio, por el sistema
respiratorio. Para que haya un cerebro sano, se requiere un cuerpo sano, y para
ello se necesita que el cuerpo no se maltrate, es decir, no se le puede poner
demasiado peso, no puede ser demasiado delgado, no se le puede forzar
demasiado, no se le puede no forzar. El segundo punto: para mantenerse, el
cerebro requiere que se le use bien, requiere que se piense, que se lea, que se
medite, que se trate de entender el mundo y que se tenga una actitud positiva
con respecto al medio ambiente y a la propia existencia. Definitivamente. Lo
más importante no es que existan nuevas células sino que no se permita
degenerar los sistemas que ya existen. El aforismo “lo que no se usa se
deteriora” es tan cierto para el cerebro como lo es para los músculos.
¿Influyen algunas sustancias que
alimenten y mejoren las neuronas y las conexiones de las neuronas?
La cantidad de energía que consume el
cerebro es más o menos la cuarta parte de todo el cuerpo y esa energía,
requiere que haya proteínas, azúcares, ácidos grasos, en una mezcla buena. Se
requiere que no se le trate mal. Entonces, la gente que se droga, que toma
alcohol, que continuamente está envenenando el sistema realmente lo que está es
matando su cerebro. Lo más sencillo, es recordar que cuerpo sano y mente sana
es lo que hay que tener en cuenta.
Se ha hablado también de que el
pensamiento negativo, tiene un impacto físico y que sería una manera de intoxicar
el sistema ¿Es eso verdad?
Eso es perfectamente verdad. Sobre
todo las personas negativas, el odio, la envidia, la pereza, esas cosas que se
pueden controlar son muy negativas porque producen estados depresivos. Las
personas que siempre están tratando de interpretar las cosas negativamente
cuando las pueden interpretar de forma positiva, están viviendo una vida mala y
están dañando su cerebro.
Otro tema que preocupa es la
depresión. ¿Ésta puede tener su explicación y una cura a nivel cerebral?
La depresión generalmente viene en dos
formas. La depresión aguda que tiene que ver con problemas externos que todos
tenemos, y otra depresión que no tiene que ver con el mundo externo, que se
relaciona con las propiedades intrínsecas del cerebro. En esa área hay
posibilidades de entender mejor lo que está pasando. También es un problema de
ritmicidad cerebral, en la parte anterior del cerebro que es el área que
controla las emociones, sobre todo en la parte negativa de las emociones. Esta
es un área que se está estudiando bien y hay buenas posibilidades. Ahora la
posibilidad de que un estado de depresión que ha durado algún tiempo,
necesariamente facilite otros estados cerebrales no es verdad. Puede suceder
claro, pero la posibilidad de que desencadene otros estados cerebrales es una
correlación que no se puede establecer. A veces altera el modo de pensar, de
ver la vida, pero no es una cuestión cerebral, es actitudinal. Por eso lo que
se le puede decir a esa persona es que por favor no sufra tanto, más bien que
goce de la vida que tiene.
(Editorial Norma. “El cerebro y el mito del
yo”. Prólogo de Gabriel García Márquez) (M.G.)
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