El martes 2 de abril, en Euroidionas
de Miraflores, en el marco de las exposiciones “Neurosis histérica” de la
artista visual Adriana Tomatis, y “Bendita eres” de la poeta Melissa Ghezzi y
la artista Sandra Silva, se generó un espacio para el debate y la reflexión
sobre arte.
El poder de la imagen, de la escritura
y del cuerpo, llevan a que una generación de artistas y activistas mujeres
tomen acción para visibilizar temas pendientes no solo del imaginario femenino,
sino de la sociedad en general. Ellas proponen nuevos escenarios, provocando reflexiones
y cuestionando normas sociales establecidas como lo doméstico siempre a cargo
de la de la mujer, o denunciando la inexistencia de sentencias por crímenes
sexuales. Asi mismo, en este evento reflexionaron sobre la simbolización del
conflicto interno y la masculinización del poder. Rechazaron la utilización del
cuerpo de la mujer como recurso de la publicidad, el racismo y la
discriminación sexual. Ademas de las señaladas participaron Natalia Iguiñiz,
Karen Bernedo, Natalia Pilo-pais y en un performance final Adriana Incio.
Aunque no hubo ocasión de debatir ni de cambiar ideas, saludamos esta
iniciativa porque el común denominador fue el rechazo al arte por el arte.
(M.G.)
CINE PERUANO
¡ASU MARE! Para nada me sorprende el éxito de Asu
Mare, ya que simplemente es televisión llevada al cine. La misma fórmula con
argumento mediocre presentada en la pantalla grande. El séptimo arte envuelto en
un enmierdamiento, creado para el consumo masivo de la adicción nacional.
Recordemos que este es el país de los grandes éxitos, Laura Bozzo y los cómicos
ambulantes.Ver Asu Mare, es ver a un cómico ambulante con una bola roja en la
nariz, con la diferencia que el cómico ambulante, lanza menos groserías que el
propio Machín. El supuesto homenaje a su madre se transforma en una lamentable
historia que no tiene donde apoyarse. Porque aquellos que pregonan que esto es
creatividad, pecan confundiendo la creatividad con el facilismo.
Crear un guión lleno de groserías, no
tiene nada de creativo, al contrario, es la limitación absoluta de contar una
historia, y solo tiene como último recurso la grosería, es decir actuar como un
ignorante atrevido para hacer reír.
La historia del niño de barrio que se
volvió exitoso sin ingresar a la universidad, es una alegoría al conformismo
nacional. Es aplaudir la mediocridad. Pero también se transforma en el sueño
afiebrado de conseguir el éxito. El fin justifica los medios, cómo no recordar
a Maquiavelo en esta campaña estratégicamente maquiavélica.
A todos los que les parece genial esta
película, también les parecerá genial que a los cómicos ambulantes y Laura
Bozzo sean llevados al cine. Ya sabemos que será un éxito. Si se trata de
mostrar las miserias humanas, que esto también sea Marca Perú. Machín ahora es
el nuevo símbolo del cine peruano, entonces tenemos que cambiar la historia y
desaparecer a Charles Chaplin, que no necesitó ni una palabra para hacer reír.
Sabemos que el Perú no es un país
cinéfilo, sino un país que ocupa el puesto 62 en compresión de lectura, un país
que se siente orgulloso de su gastronomía, sabiendo que hay miles de niños que
no comen diariamente. Un país que tiene la tasa más alta de violaciones en
América Latina, donde la pobreza se esconde en los conos y donde la memoria no
es su mejor cualidad. Y por supuesto un país donde una película como Asu Mare
es un éxito.
Con esta película Carlos Alcántara ha
demostrado que ha conseguido el éxito, pero también ha perdido el respeto de
mucha gente. Que siga la fiesta, que se siga destapando botellas de Brahma, y
que se jodan los universitarios, los investigadores y los intelectuales. ¿Quién
los necesita? Para transformar un país es suficiente con el fútbol y Asu Mare. (Edwin
Cavello Limas-http://www.limagris.com/?p=11118)
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