“Otro
elemento perturbador en este proceso de reconciliación es el narcotráfico. A éste
le interesa tener a la gente ocupada con el “terrorismo”, ese es el demonio, el
santo negro es el “terrorismo”, ¿dónde está el “terrorismo” que no lo veo? Esa
es la careta. Y hay quienes trafican con los “derechos humanos”, en realidad
defienden sus intereses con las cuotas que reciben. Esos son los principales
obstáculos de la reconciliación. Si seguimos peleando entre hermanos, vamos a perseguir
a los descendientes de Caín por haber matado a Abel. Debemos decir basta y
decidir qué hacemos. Hemos crecido pero no hemos solucionado los problemas de
fondo, ¿qué es la inseguridad ciudadana?
Qué hacer, hay que convencer a los
intolerantes, como alguna prensa mediática que hace “terrorismo” mediático
porque no contribuye al esclarecimiento de la verdad. Hay que salir de esta
plaza, no quedarnos aquí. El 13 de setiembre del año 2009, durante la
presentación del libro de Abimael Guzmán, “De puño y letra” pedimos la reconciliación
nacional, pedimos que depongan las armas los grupos todavía alzados, pedimos no
más muertos, no más víctimas, no más discapacitados, no más viudas. Eso tiene
un costo que hace daño al desarrollo, al crecimiento. Este tema demanda desprendimiento,
yo me reafirmo en la necesidad de la reconciliación, no queremos judicialización,
sino una solución política. No se trata de quién mató menos o quién mató más,
sino entender, entender lo que pasó en el Perú”.
General (r) Ejército Peruano Wilson
Barrantes
Evento
“Caminos hacia la Reconciliación Nacional” (Lima, 29 y 30 de noviembre, 2012)
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