1 de enero de 2013

ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LA FAMILIA


A través de esta breve sumilla de una parte del libro “El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado” de Engels, invitamos a los lectores a investigar en la historia de estas inmensas instituciones de la sociedad.

No hay un sentimiento, por más insignificante que aparente ser, que carezca de una evolución histórica, y el amor de las parejas, por ejemplo, no se puede entender al margen de su condicionamiento de clase.
El descubrimiento de la primitiva organización social ajustada al derecho materno, es decir, a la línea de descendencia y “herencia” (de los afectos, de las valoraciones, de las concepciones) establecida por las mujeres durante un largo periodo histórico, tiene una importancia singular.
Tres periodos remotos, según Engels: el salvajismo, la barbarie y el alba de la civilización. Miles y miles de años entre uno y el otro. Armas rudimentarias en el primero; alfarería, agricultura y cría de animales en el segundo, y finalmente la escritura al pie de la civilización.
“En los poemas homéricos, principalmente en La Ilíada, aparece ante nosotros la época más floreciente del estadio superior de la barbarie” (Engels). Y a lo largo de este proceso, ¿cómo era la familia? Los humanos discurren entonces de una absoluta promiscuidad sexual hacia la monogamia, sin dejar de pasar por el matrimonio por grupos donde todos los hombres pertenecían a todas las mujeres, y todas las mujeres a todos los hombres, y éstos eran padres de todos los críos, y solamente la mujer podía identificar a los suyos, por lo que el derecho materno prevalecía. Hasta que la monogamia, acompañada del patriarcalismo se impuso, pero esto no ocurrió sin intensa lucha y a lo largo de los años.
Tal parece que en ese periodo remoto donde el matrimonio es colectivo, y los hombres pertenecen a todas las mujeres, como éstas a todos los hombres, no hay lugar a los celos, que aparecerán más tarde con el concepto de propiedad privada. No solo eso, antes de la invención del incesto (Engels afirma que el incesto es una preciosa “invención”) podía suceder que padres hijas, madres e hijos, hermanas y hermanos, constituyeran uniones pasajeras. Esa es la evolución de nuestra impecable monogamia.

El primer gran salto en la organización de la familia fue la exclusión del comercio sexual recíproco a los padres de los hijos y de los hermanos entre sí. Las tribus se desarrollaron de manera más rápida y se instituyó la gens (el común, la comunidad, el colectivo) base del orden social de la mayoría y donde aún predomina el matrimonio por grupos, el derecho materno y un comunismo primitivo que -conforme aumentaba la propiedad particular de las familias y en ellas la posición del hombre respecto a la mujer- fuera más tarde sustituida por la relación monogámica, el patriarcado y, paulatinamente, el esclavismo. “El derrocamiento del derecho materno fue la gran derrota histórica del sexo femenino en todo el mundo. El hombre empuñó también las riendas en la casa; la mujer se vio degradada, convertida en la servidora, en la esclava de la lujuria del hombre, en un simple instrumento de reproducción. Esta baja condición de la mujer, que se manifiesta sobre todo entre los griegos de los tiempos heroicos, y más aún en los de los tiempos clásicos, ha sido gradualmente retocada, disimulada y, en ciertos sitios, hasta revestida de formas más suaves, pero no, ni mucho menos, abolida” (Engels).
A medida que iban en aumento las riquezas, las familias se fortalecían en torno al hombre, en detrimento del antiguo poder de la mujer. La familia patriarcal está sometida al poder paterno del jefe de ésta. Y el objetivo de la organización es cuidar del ganado en un área determinada.
“Los rasgos esenciales son la incorporación de los esclavos y la potestad paterna; por eso, la familia romana es el tipo perfecto de esta forma de familia. En su origen la palabra familia no significa el ideal, mezcla de sentimentalismos y de disensiones domésticas, del filisteo de nuestra época; al principio ni siquiera se aplica a la pareja conyugal y a sus hijos, sino tan solo a los esclavos. Famulus quiere decir esclavo doméstico, y familia es el conjunto de esclavos pertenecientes a un mismo hombre”. (Engels). (A.M.)

“EL DERROCAMIENTO DEL DERECHO MATERNO FUE LA GRAN DERROTA HISTÓRICA DEL SEXO FEMENINO”

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