A través de esta breve sumilla de una
parte del libro “El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado” de
Engels, invitamos a los lectores a investigar en la historia de estas inmensas instituciones
de la sociedad.
No hay un sentimiento, por más insignificante
que aparente ser, que carezca de una evolución histórica, y el amor de las
parejas, por ejemplo, no se puede entender al margen de su condicionamiento de
clase.
El descubrimiento de la primitiva
organización social ajustada al derecho materno, es decir, a la línea de
descendencia y “herencia” (de los afectos, de las valoraciones, de las
concepciones) establecida por las mujeres durante un largo periodo histórico,
tiene una importancia singular.
Tres periodos remotos, según Engels:
el salvajismo, la barbarie y el alba de la civilización. Miles y miles de años
entre uno y el otro. Armas rudimentarias en el primero; alfarería, agricultura
y cría de animales en el segundo, y finalmente la escritura al pie de la
civilización.
“En los poemas homéricos,
principalmente en La Ilíada, aparece ante nosotros la época más floreciente del
estadio superior de la barbarie” (Engels). Y a lo largo de este proceso, ¿cómo
era la familia? Los humanos discurren entonces de una absoluta promiscuidad
sexual hacia la monogamia, sin dejar de pasar por el matrimonio por grupos
donde todos los hombres pertenecían a todas las mujeres, y todas las mujeres a
todos los hombres, y éstos eran padres de todos los críos, y solamente la mujer
podía identificar a los suyos, por lo que el derecho materno prevalecía. Hasta
que la monogamia, acompañada del patriarcalismo se impuso, pero esto no ocurrió
sin intensa lucha y a lo largo de los años.
Tal parece que en ese periodo remoto
donde el matrimonio es colectivo, y los hombres pertenecen a todas las mujeres,
como éstas a todos los hombres, no hay lugar a los celos, que aparecerán más
tarde con el concepto de propiedad privada. No solo eso, antes de la invención del
incesto (Engels afirma que el incesto es una preciosa “invención”) podía
suceder que padres hijas, madres e hijos, hermanas y hermanos, constituyeran
uniones pasajeras. Esa es la evolución de nuestra impecable monogamia.
El primer gran salto en la
organización de la familia fue la exclusión del comercio sexual recíproco a los
padres de los hijos y de los hermanos entre sí. Las tribus se desarrollaron de
manera más rápida y se instituyó la gens (el común, la comunidad, el colectivo)
base del orden social de la mayoría y donde aún predomina el matrimonio por grupos,
el derecho materno y un comunismo primitivo que -conforme aumentaba la
propiedad particular de las familias y en ellas la posición del hombre respecto
a la mujer- fuera más tarde sustituida por la relación monogámica, el patriarcado
y, paulatinamente, el esclavismo. “El derrocamiento del derecho materno fue la
gran derrota histórica del sexo femenino en todo el mundo. El hombre empuñó
también las riendas en la casa; la mujer se vio degradada, convertida en la
servidora, en la esclava de la lujuria del hombre, en un simple instrumento de
reproducción. Esta baja condición de la mujer, que se manifiesta sobre todo
entre los griegos de los tiempos heroicos, y más aún en los de los tiempos clásicos,
ha sido gradualmente retocada, disimulada y, en ciertos sitios, hasta revestida
de formas más suaves, pero no, ni mucho menos, abolida” (Engels).
A medida que iban en aumento las
riquezas, las familias se fortalecían en torno al hombre, en detrimento del
antiguo poder de la mujer. La familia patriarcal está sometida al poder paterno
del jefe de ésta. Y el objetivo de la organización es cuidar del ganado en un
área determinada.
“Los rasgos esenciales son la
incorporación de los esclavos y la potestad paterna; por eso, la familia romana
es el tipo perfecto de esta forma de familia. En su origen la palabra familia
no significa el ideal, mezcla de sentimentalismos y de disensiones domésticas,
del filisteo de nuestra época; al principio ni siquiera se aplica a la pareja
conyugal y a sus hijos, sino tan solo a los esclavos. Famulus quiere decir esclavo
doméstico, y familia es el conjunto de esclavos pertenecientes a un mismo
hombre”. (Engels). (A.M.)
“EL DERROCAMIENTO DEL
DERECHO MATERNO FUE LA GRAN DERROTA HISTÓRICA DEL SEXO FEMENINO”
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