Convocados por diferentes centrales
sindicales, en todo el país, durante un paro nacional miles de trabajadores del
sector estatal se movilizaron el 29 de mayo por la defensa de su derecho al
trabajo. En Lima, después de presentar una acción de amparo ante el poder
judicial, más de dos mil trabajadores marcharon por las calles de la ciudad
hasta el Congreso de la República en donde presentaron un memorial expresando
su firme rechazo al proyecto de ley promovido por el ejecutivo, denominado Ley de
“Servicio Civil”, con el que se pretende acabar con los derechos y beneficios
sociales conquistados en dura lucha a lo largo de los años, si no se archiva
dicho proyecto.
Este proyecto de ley (Nº 1846) enviado
por el poder ejecutivo, presidido por Ollanta Humala, al poder legislativo
excluye a los técnicos y auxiliares de la carrera administrativa, elimina las
negociaciones colectivas, establece aumentos bianuales de acuerdo a mérito
exclusivamente individual, elimina el derecho a la estabilidad laboral, acaba
con subsidios por fallecimiento, crea causal de despido por supresión de
puesto, crea una evaluación punitiva, restringe el derecho a huelga y a la
organización sindical. Es evidente que esta ley tiene el propósito de golpear a
los trabajadores en su derecho fundamental al trabajo.
Indudablemente, este golpe está en
función al beneficio que espera el empresariado, la clase para la cual gobierna
el actual régimen, así como para los agentes del capital financiero mundial,
para quienes está empeñado el gobierno en convertir el país en una vitrina
atractiva donde los trabajadores carezcan de derechos y garanticen sumisamente
su mano de obra barata y libre de demandas sociales. Este es el paraíso
financiero que pretende garantizar el Estado peruano a la gran burguesía
mundial y nacional.
Pero, aún cuando es verdad que esta
situación se presenta en condiciones adversas para los trabajadores cuyas centrales
en muchos casos arriaron las banderas del clasismo proletario, con el sentido
de lucha que las caracteriza, las masas laborales no renunciarán a sus derechos
y la unidad se impondrá ante todo intento de dividirlos, frente a este nefasto
proyecto, engendro del neoliberalismo más vil. (M.G.)
LA LUCHA CONTINUA
La lucha de los trabajadores no cesa.
El 6 de junio realizaron un paro nacional de 24 horas, en Chimbote los
trabajadores tomaron la Iglesia Matriz, en Ayacucho pasearon ataúdes e
ingresaron a los locales de la Municipalidad y el Gobierno Regional. En Iquitos
tomaron las instalaciones del aeropuerto y bloquearon el ingreso al Ministerio
Público. Hasta el 8 de junio, la huelga indefinida continuaba en provincias. En
Lima, se denunció la destitución del Secretario General del Sindicato de
Trabajadores del Hospital Loayza (SUTHAL) Percy Bados, por denunciar a la
directora del hospital, Dra. Zarela Solís, por las irregularidades económicas
que existen en el nosocomio, bajo el pretexto de alterar el orden interno del hospital.
Frente a la situación que se presenta, todos los gremios permanecen unidos y
exigen el archivamiento de esta ley impopular.
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