En claro agravio a la
actual constitución, el Congreso de la República está a punto de aprobar una
nueva Ley Universitaria que lesiona la autonomía de las universidades y
trasgrede los derechos de docentes, administradores y estudiantes. Esta nueva
ley pretende que la CONFIEP, es decir, los empresarios del país participen en
los planes educativos de las universidades. Este intento ha sido inmediatamente
contestado por los tres estamentos de todas las universidades del país que
declararon una jornada de lucha los días 12 y 13 de junio, y una movilización
en las calles de Lima. En el Cuzco, los estudiantes de la Universidad San
Antonio Abad que se movilizaron en las calles fueron reprimidos con gases
lacrimógenos y hubo heridos y detenidos.
Un conjunto de
profesionales, vecinos del distrito de San Martín de Porres, en convergencia
con algunos regidores de la Municipalidad y con las propuestas de “Tierra y
Libertad”, han emplazado al actual alcalde Fredy Ternero por la calamitosa administración
que lleva a cabo. En reunión pública, denunciaron que el alcalde entregará el
cargo con las arcas vacías por haberse endeudado hasta el año 2016 y que se
niega a cumplir con el pliego de reclamos del sindicato de trabajadores. El
público asistente indagó por la situación de inseguridad ciudadana que se palpa
en las calles del distrito. Se informó que a pesar de la contratación de 1,500
personas, la situación del serenazgo no
ha resuelto nada, principalmente por la constante ausencia del alcalde y el
desgobierno consecuente.
La propuesta de este
conjunto es vincularse estrechamente a la población a través de asambleas en
las urbanizaciones y asentamientos humanos donde participen desde adentro en
sus luchas y demandas.
Así mismo suscriben
la necesidad de una nueva constitución que se ajuste a los nuevos problemas
presentados a nivel local y nacional
OLA DE PROTESTAS EN
BRASIL
Los días 17 y 18 de
junio, en una jornada simultánea, que impactó en las capitales más importantes
de Brasil, miles de ciudadanos salieron resueltamente a las calles. Si bien las
protestas tuvieron origen en el aumento del precio del billete de trenes,
autobuses y metro en Sao Paulo, se diseminaron rápidamente por todo Brasil, y
se agregaron las demandas del pueblo en una lucha reivindicativa contra la
corrupción, por mejoras en la salud, vivienda y educación, y críticas a los
gastos millonarios del gobierno en la organización del Mundial 2014 y la Copa
Confederaciones. Dilma Rousseff, presidenta de Brasil expresó: “La grandeza de
las manifestaciones de ayer comprueban la energía de nuestra democracia, la
fuerza de la voz de la calle y el civismo de nuestra población”, mientras
cientos de jóvenes todavía coreaban: “¡Hey FIFA, paga mi tarifa!”
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