Se considera que la “modernización” de
la literatura peruana comienza en estos años, coincidentes con una situación de
auge social y político del proletariado peruano. El torrente migratorio del
campo a la ciudad, que ya se había iniciado antes, encuentra en estos años su
plenitud, produciendo una dinámica social esplendorosa en las ideas, en la
política, en las vivencias populares, y por supuesto en el arte y la
literatura.
Técnicamente, en este periodo los
poetas y escritores tuvieron la influencia del inglés anglosajón (Joyce), del inglés
norteamericano (Faulkner, Ezra Pound, Hemingway, Steinbeck, Scott Fitzgerald),
como también del alemán Kafka y el argentino Borges. A esta generación
pertenecen Carlos Eduardo Zavaleta, Eleodoro Vargas Vicuña, Mario Vargas Llosa,
Enrique Congrains y Julio Ramón Ribeyro, entre otros. Miguel Gutierrez, autor de
“El viejo saurio se retira” (1969) , “La violencia del tiempo” (1991), entre
numerosos ensayos, artículos y novelas, publicó en 1987 “La generación del 50”,
libro que en los círculos académicos fuera soslayado y banalizado, a pesar que
era constantemente leído y citado entre los jóvenes, que en aquellos años
protagonizaban el estremecimiento político trascendental de la guerra interna.
A propósito de la reedición de dicho libro, hace algún tiempo, Miguel Gutiérrez
así contestó a las siguientes preguntas:
-¿Es un hilo ideológico lo que une
a esta generación?
Este es un estudio sobre poetas,
narradores y pensadores sociales del Perú nacidos entre el 20 y el 35, visto
desde la perspectiva histórica del país que entonces se vivía. El libro
disgustó a mucha gente, pero lo que dije sobre los autores correspondía a
análisis objetivos, no a cuestiones personales, no denigré ni estigmaticé a
nadie.
Es por supuesto una visión parcial del
autor. Una obra literaria puede ser bordada desde diferentes perspectivas y
todas son legitimas. Lo que sí es preciso es que tenga coherencia racional. Y
la nuestra es una perspectiva marxista materialista, abierta al pensamiento
contemporáneo, que tiene en cuenta las condiciones concretas que vive el país.
Y publicado en el año 87, eso fue lo que hizo que el libro fuera ignorado. Pero
a partir del 95, 96 lo que fueron rumores se convirtieron en ataques al libro. Tuve
razones por ello para no reeditarlo. Pero ahora, después de una rigurosa
lectura, pienso que si hubiera una razón, una única razón para no reeditarlo,
si fuera un libro mediocre por ejemplo, pero no lo es. En este texto la
subjetividad del ensayista está metida en el análisis, no escapa a este
análisis, y no escapa a las condiciones materiales que estaba viviendo el país.
Además, más allá de las propuestas o posturas, el libro es un testimonio de la
época. Cuando se estudie la década del 80, se verá que esta generación también
vivió esa época desde una determinada trinchera.
-¿Qué pueden aprender las nuevas
generaciones de la “generación del 50”?
La generación del 50 es la más
brillante, la más compacta de las generaciones. Equiparable, o por lo menos con
una importancia similar a la que tuvo la generación de los años 20, con
Mariátegui, Vallejo, Basadre, Porras Barrenecha, una generación muy importante
porque discutió los grandes problemas del país, que aún ahora se siguen
discutiendo. La generación del 50 es equiparable, tiene su propia personalidad,
modernizaron la poesía, modernizaron el cuento y la novela, y también modernizaron
el pensamiento peruano.
-¿Qué proyectos actuales tiene?
Estoy acabando una novela que espero
publicar pronto, y también un libro de ensayos que se llamará “Celebraciones de
la Novela”. (Tomado de blog Borrador TV) (J.S.)
“Quien
asume una posición
no
puede contentar a todo el mundo,
no
puede darse el lujo de escribir
para
que lo quieran.
Eso
sería demasiado”.
Miguel Gutiérrez
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