El paro indefinido del pueblo de
Cajamarca, en su lucha por preservar la vida de la población, en su derecho
fundamental a la salud y al medio ambiente, estremece el país. El conjunto de
la población, centros de estudios, mercados y toda clase de labores en
general, incluidos aquellos vinculados al turismo y la producción, se han
plegado a esta lucha contra el proyecto Conga. Con el cierre de las vías de
acceso, se radicaliza más, a pesar del estado de emergencia y la
militarización que dispuso el gobierno.
Más de 20,000 trabajadores mineros de
la zona norte de Puno, se instalaron en esta ciudad demandando la libre comercialización
del oro, entre otros reclamos. El presidente regional fue abucheado al ofrecerse
como intermediador con el gobierno central. Los trabajadores de la mina
Rinconada y Lunar de Oro, sector especialmente afectado por los decretos que
prohiben la minería informal, participan en esta lucha. A este movimiento, se
suma la huelga indefinida que sostiene el SUTEP Puno en esta región.
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