Por Emilia Rázuri
HUARAL
Siguiendo con nuestro Aleph llamado
Perú, queremos hablar ahora de Huaral, zona cercana a Lima y que desde hace
años está muy presente en las mesas de la ciudad a través de su producción
principalmente de frutas. Las naranjas “Huando” por ejemplo, fueron muy
conocidas en los mercados de Lima en los años 60 y 70. El territorio donde está
la provincia fue hace muchos años el espacio de la cultura Chancay, heredera
de una larga tradición de señoríos y reyes prehispánicos. Durante la Colonia,
los españoles formaron aquí la reducción indígena de San Juan Bautista de
Huaral (1551). Y muchos años después, en una extensa propiedad agrícola,
prosperó en Huaral la terratenencia de la familia Graña. La casa hacienda está
muy bien conservada, el diseño arquitectónico y los iconos representativos
muestran las concepciones aristocráticas de sus dueños de entonces.
Plaza de Armas de Huaral |
Hay otros lugares destacados como la
zona arqueológica de Rúpac Marca Kullpi, importante legado de la Cultura de
los Atavillos (900-1460 d.C.). Es llamado el “Machu Picchu Limeño”. En una
ciudadela con sólidos techos abovedados, algunos de sus 51 edificios llegan
hasta los 10 metros de altura y están construidos al borde del abismo. Otros
atractivos como Chiprac, Ahay y Colpa, así como el llamado Castillo de Chancay,
tienen historias subyugantes. Este último, con sus más de 100 habitaciones,
fue construido entre los años 1924 y 1942 sobre una superficie de 10,000 metros
cuadrados en un acantilado rocoso frente al mar Pacífico.
Ciudadela Rupac en Huaral |
Sin embargo, las condiciones de vida
actual son desfavorables a las enormes mayorías de huaralinos y convierten a
ésta en una tierra de dificultades para la supervivencia. Recientemente, en el
marco del desarrollo del taller “Presupuesto Participativo 2013, el director
del antiguo hospital de Huaral, Luís Caro de la Cruz hizo una exposición de la
problemática del sector salud. El manifestó que si bien las cifras señalan que
nuestro país está en un momento de crecimiento económico, pero que éste no
llega a los sectores más necesitados de nuestro país, y de Huaral en
específico, lo cual se refleja por ejemplo en la mortalidad infantil. No
obstante, hay en Huaral un gran potencial entre sus jóvenes y sus mujeres, sus
trabajadores en general, pues en todos los casos son la reserva del futuro de
esta provincia.
LUNAHUANÁ
A poco más de dos horas, muy cerca de
Lima, existe un paisaje maravilloso. Se trata de Lunahuaná, ubicado a 38 Km al
este de San Vicente de Cañete, es la capital turística de Cañete que se
extiende como una franja fértil llena de huertos y viñedos a ambas márgenes del
río Cañete. Este es un valle típico por el verdor de sus pacaes, ciruelos,
membrillos o manzanas, dependiendo de la estación. Además es un lugar ideal
para practicar canotaje y ciclismo de montaña, entre otros deportes de
aventura. De su pasado dan cuenta los restos arqueológicos de Incahuasi y las
tradiciones orales que aún recuerdan el enfrentamiento entre incas y lugareños
y más tarde el establecimiento de las poblaciones coloniales. En Lunahuaná hay
sol durante casi todo el año y ello es muy favorable para hacer un sencillo
tour por las bodegas vitivinícolas donde se ofrecen toda clase de vinos y
piscos. A orillas del río, hay una gran caballeriza donde se ofrecen paseos a
caballo.
Es relativamente económico porque hay
hospedajes y restaurantes para todas las economías. Así mismo, es la buena
comida lo que caracteriza a Lunahuaná, con platos a base de camarones. Sus
fiestas más conocidas son el Festival de la Uva, Vino y Canotaje (febrero), el
Festival de Deportes de Aventura (marzo) o el Festival del Camarón (octubre –
noviembre). Sin embargo, lo que más resalta en Lunahuaná – de donde se dice son
los peruanos más longevos – es la gente y su amabilidad con los foráneos. Solo
hay palabras afectuosas para ellos.
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