1 de noviembre de 2012

PULSO DE LA CIUDAD



Jueves, 13 de setiembre. Pomabamba. Ante la indolencia y el desdén de las autoridades policiales por el asesinato de una vecina, cientos de mujeres se congregaron en la Plaza de Armas de esta provincia en la sierra de Ancash. Protestando airosamente, un grupo se dirigió a la Municipalidad donde se encontraba el Comisario, quien fue sacado a empellones para increparle porqué no había atendido las denuncias de la víctima, que había pedido auxilio y después muriera apuñalada por su esposo. Mientras tanto, otro grupo apedreó la fachada del local policial, destruyó vidrios, puertas y escritorios, indignados reclamando justicia, obligando a los agentes policiales a escapar por las ventanas. La población responsabilizó a las autoridades por esta muerte.




Marcha conjunta de profesores (FENDUP) y estudiantes (FEP) de diversas universidades del Perú que tomaron las calles para exigir la derogatoria del artículo 7 de la Ley 29914 que disponía que debía pagarse a los docentes con los propios recursos de la universidad. Como es sabido, la educación pública y gratuita es un derecho fundamental
garantizado por la Constitución del Perú. Con tal artículo, se perfila el propósito de privatizar la educación, en la más fiel continuidad de las políticas neoliberales que siguieron Fujimori, Toledo y García. A pesar de la supuesta bonanza económica, el Estado sigue destinando el 2% a la educación universitaria, muy por debajo del promedio latinoamericano. La unidad de docentes y estudiantes, su enérgica oposición hizo que se derogara este nefasto artículo.

Marcha de mandiles blancos en las calles de Lima. El 5 de octubre los médicos salieron a exigir atención a la salud pública, al mismo tiempo su derecho a sueldos dignos. La huelga se prolongó por más de un mes, y dada la indiferencia de las autoridades para resolver esta situación los médicos estuvieron a punto de entregar los hospitales.
Ellos emplazaron al Ministro de Economía por su obsesivo celo en cautelar las arcas del Estado, a favor de una nueva acumulación originaria, y contra el pueblo peruano. Sin embargo, al cabo de la lucha sostenida, alcanzaron sus demandas.



Un enorme conjunto de trabajadores mineros tomó las calles de Lima para exigir atención a sus reclamos. Organizados en CONAMI PERÚ, exigen al Estado que cumpla los acuerdos firmados y expropie las concesiones acaparadas por las grandes compañías internacionales.
Plantean que solamente de esta manera puede aspirarse a una cabal formalización de los trabajadores mineros. En esta marcha se vieron pancartas de mineros de Puno, Arequipa, Cuzco, Apurímac, Cerro de Pasco y Junín. Entre sus reclamos también está la necesidad de una nueva constitución.

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